LOS VENGADORES
Durante un experimento todavía inacabado en el seno de la agencia SHIELD, se abre una puerta al espacio exterior por la que entra Loki como avanzadilla de un ejército devastador. El planeta Tierra está en peligro y Nick Fury decide reunir al grupo de los Vengadores para hacer frente a la amenaza.
Confieso que tenía mis dudas sobre esta película, aún a pesar de haber batido todos los records de taquilla en Estados Unidos. Quienes, hace ya bastantes años, leíamos los cómics de Marvel con los que nos hacíamos casi a escondidas en el Rastro madrileño, nos habíamos ganado con creces el derecho de la duda, y mucho más después de ver la profusión de películas basadas en los héroes de la mencionada editorial, con más sombras que luces hasta el momento. Sin embargo, reconocemos que esta producción dirigida por Joss Whedon nos ha ganado desde los primeros compases.
Este realizador neoyorquino no se ha caracterizado hasta el momento por su buen hacer tras la cámara si exceptuamos su aportación a la serie Buffy Cazavampiros. Al contrario de lo que se podía suponer inicialmente, ha escrito un guion compensado, lleno de humor y al servicio de sus personajes. Sin duda, ha sabido captar en todo momento la esencia de cada uno de los súper héroes, profundizando en ellos y, en algunos casos, yendo un poco más allá de las aventuras que han protagonizado por separado.
Superado ese primer capítulo, el del argumento y los diálogos, también cumple Whedon con la puesta en escena, mostrándose habilidoso con el 3D y dotando al film de un ritmo creciente que convierte la película en un divertimento. Eso sí, no todo es coherente, pero deficiencias como que El Capitán América apenas se sorprenda con los adelantos técnicos después de haber estado varias décadas criogenizado, quedan ocultas por el sentido del humor y la buena interpretación de Robert Downey Jr. y Mark Ruffalo, o la prestancia ante las cámaras de Chris Evans, Chris Hemsworth o Scarlett Johansson. Y es que el reparto no solamente es magnífico sino que resulta muy difícil de igualar. Baste señalar la presencia de actores como Jeremy Renner, Samuel L. Jackson, Gyneth Paltrow o Stellan Skarsgard.
Todos estos intérpretes aceptan el rol de sus personajes y los asumen con orgullo, lo que se trasluce al patio de butacas. Por eso, y aunque seguro que científicamente los errores deben ser de bulto pero como somos profanos en la materia nos los tragamos sin más, Los Vengadores constituye un magnífico divertimento. Se trata de la típica película de consumo, lo que habitualmente se denomina como Blockbuster y ese estatus lo cumple perfectamente, incluso con creces, hasta el punto de convertirse en una de las mejores producciones, sino la mejor, de las películas basadas en los personajes de Marvel que, la verdad sea dicha, se habían dulcificado hasta límites casi insoportables en los últimos tiempos.
De cualquier forma, que nadie espere encontrarse con un film que marque una época o que se parezca a una obra de arte. Con sus dos horas largas de duración, esta producción justifica el dinero invertido para que un público mayoritario disfrute, pase el rato y piense que ha hecho bien en comprar la entrada porque no habrá perdido el tiempo. Los Vengadores conforma una película de acción llena de aciertos dentro de una línea de escasas pretensiones cinematográficas. El arte que contiene resulta escaso, pero el entretenimiento es mayúsculo. Desde los enfrentamientos particulares hasta las intervenciones conjuntas de su amplio y generoso elenco.