Tiqui taca en homenaje a Luis Aragonés (España 1 – Italia 0)
España arrolló por momentos a Italia, aunque demostró falta de gol. Pedro Rodríguez, al inicio del segundo tiempo, marcó el único tanto en colaboración con Buffon. Debutó Diego Costa con La Roja, esta vez de negro, y jugó los noventa minutos.
El dominio de España en los primeros compases, en los que salió arrollando, se refleja en el 80 por ciento de posesión durante los primeros quince minutos. Thiago, que fue de más a menos, dirigía un equipo enchufado y vertical al que le faltaba gol, pero daba gusto ver las acciones de Iniesta, la inspiración de Pedro y las penetraciones de Jordi Alba. Desde luego, no se podría homenajear mejor a Luis Aragonés que practicando ese tipo de fútbol en el Vicente Calderón.
Sólo cuando el equipo de Vicente del Bosque aflojó el ritmo apareció Italia, aunque su mejor ocasión discurrió gracias a un centro desde la derecha que se fue envenenando hasta rebotar en el palo derecho de la puerta defendida por Casillas. Ramos y Javi Martínez se mostraban seguros, con la ayuda de un más que correcto Azpilicueta desde el lateral derecho. Mereció mucho más el equipo en la primera mitad, ya que la igualada no reflejó el dominio local sobre el césped
Los de Prandelli, que no ha ganado ninguno de sus cuatro compromisos frente a La Roja, echaban de menos titulares indiscutibles como Balottelli y De Rossi, y aunque Pirlo salió en la segunda mitad, cuando quiso entonarse su equipo ya estaba por debajo en el marcador. Tras una jugada espectacular de los nuestros, el balón le llegó suelto a Pedro, que fusiló a Buffon. El meta llegó a tocar el esférico aunque sólo ayudó a que entrase en su portería.
El baile de cambios permitió lucirse nuevamente a España que, con el marcador a favor, resulta muy difícil de doblegar. Los transalpinos lo intentaron todo, desde desplazamientos largos de Pirlo hasta jugar con dos delanteros, y lo único que consiguieron fue la posibilidad de llevarse más goles. Aun así, el resultado les da fuerzas de cara al Mundial, no su juego.
Del Bosque se permitió alinear a Javi Martínez y Ramos como centrales, e incluso sustituir al de Camas por Albiol para dejar su puerta a cero. Dejó a Xavi en el banquillo y dispuso un once con un solo medio centro, Busquets en la primera parte y Xabi en la segunda. A Diego Costa lo mantuvo todo el encuentro, aunque el rojiblanco no estuvo afortunado y le falta entrar en el engranaje del equipo. Silva, que cogió la batuta, junto a Alonso, tras el descaso, hizo que no se echara de menos a Iniesta gracias a su magia, jugada del gol incluida.
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