El Real Madrid tira la Liga en tres días

Buena salida del Real Madrid, que se adelantó con justicia, y con fortuna, por medio de Cristiano Ronaldo. Igualó Bacca la segunda vez que su equipo pasaba del centro del campo. En la primera incursión local en la segunda parte, otra vez el colombiano batió a Diego López para dinamitar la Liga.

El Real Madrid comenzó con problemas en el coliseo sevillista. No se había cumplido el primer minuto cuando una jugada de pizarra, tras una falta de Illarramendi, puso en aprietos a la zaga. La respuesta de los azules fue un disparo de Bale que se marchó alto. Prometía emociones un encuentro en el que los visitantes se jugaban mantenerse en la pelea por la Liga y los locales ratificar su progresión después de cinco victorias consecutivas.

Sobrepasados los primeros compases, las posiciones estaban claras: el Sevilla atrás y su rival controlando el juego y dando sensación de peligro. Benzema dispuso de hasta tres oportunidades en los primeros diez minutos, de las que dos terminaron en saque de esquina. Los de la capital, muy enchufados, disipaban dudas, y antes del cuarto de hora se adelantaban por medio de Cristiano Ronaldo. Su tiro libre fue desviado por la mano de Bacca y se coló por la zona opuesta que defendía Beto.

Tres minutos después llegó lo inesperado. Una falta muy mal sacada por los de Ancelotti derivó en un error en la entrega de Xabi Alonso y contragolpe de cuatro contra dos. Reyes asistió a Bacca y el colombiano fusiló ante la media salida de Diego López. Aceleraron los de la capital, aunque sin encontrar el camino del gol, y de ven en cuando se encontraban con acciones de los de Emery que dejaban en evidencia las lagunas defensivas de sus rivales.

El empate hizo daño al Real, que aflojó su ímpetu y permitió que los andaluces tomaran el pulso a un choque que se equilibraba por momentos. El dominio en la medular había cambiado de manos y los de Nervión apenas pasaban apuros. La banda izquierda de los capitalinos era una autopista por la que Reyes hacía diabluras, al tiempo que desaparecían Bale y Benzema porque su equipo estaba muy estirado. Sin embargo, antes de llegar al descanso, el galés permitió que se luciera Beto y Ronaldo se encontró con el poste tras asistencia de Illarra.

Con Xabi Alonso en horas bajas y Modric menos bullicioso que en otras ocasiones, el ritmo del Real era cansino, lo que facilitaba las tareas defensivas de Fazio y sus compañeros. Ancelotti se desesperaba porque a los suyos les faltaban ideas, velocidad y hasta verticalidad. En parte culpa de él, puesto que no movía las piezas necesarias. Su primera decisión fue sustituir a Illarramendi, uno de los mejores, por Isco. No fue justo con el de Mutriku y lo pagó. Una genialidad de Rakitic, que le hizo un sombrero con la espuela a Pepe, habilitó a Bacca, que hizo el segundo. Otra vez Diego López a media salida y de nuevo Xabi Alonso desaparecido, casi casi como el título de Liga. Para colmo, Morata salió en el descuento y Ronaldo se mosqueó con su técnico porque Bale lanzó una falta sin permiso.