El Atlético de Madrid gana al Elche su primera final
Después de una mala primera parte, el Atlético ni siquiera pudo perforar de penalti la meta de Manu Herrera. Fue Miranda, cuando restaba poco más de un cuarto de hora, quien encarriló el triunfo con un cabezazo cruzado a la salida de un córner. Después de una mala primera parte, el Atlético ni siquiera pudo perforar de penalti la meta de Manu Herrera. Fue Miranda, cuando restaba poco más de un cuarto de hora, quien encarriló el triunfo con un cabezazo cruzado a la salida de un córner. Pasaron apuros los locales, pero Diego Costa, desde los once metros, aseguró el triunfo en el noventa.
Para la primera de las finales que le restaban al Atlético de Madrid en busca del doblete, su técnico alineó de inicio un tridente de vanguardia formado por Adrián, Diego Costa y Villa. Con ellos, Raúl García por detrás y la presión en la medular, el campo se volcó enseguida hacia el área ilicitana. En el primer cuarto de hora, las dos jugadas de mayor peligro rojiblanco fueron precedidas por sendos fuera de juego que se tragaron los asistentes de Clos Gómez.
Poco a poco, los de Fran Escribá fueron tomando el pulso al partido, e incluso de hicieron acreedores a inaugurar su casillero. Courtois, con dos magníficas paradas, evitó el desastre para los del Calderón. Primero, a disparo lejano de Javi Márquez y, en el saque de esquina que siguió a la jugada lució reflejos para desviar un cabezazo de Sapunaru a bocajarro. No estaban cómodos los de casa, y la grada, nerviosa, obsequiaba los avances rivales con música de viento. No era para menos, porque Carles Gil se quedó solo, aunque escorado, ante el guardameta belga, pero su disparo se marchó sobre el larguero.
Hasta el descanso, quienes parecían que se jugaban algo en el envite eran los visitantes, que no pudieron alinear al cedido Rubén Pérez por la misma razón que los rojiblancos pretenden que Courtois forme ante el Chelsea. Una presencia muy importante a tenor de lo visto en la primera mitad, en la que el cancerbero salvó a su equipo de verse por debajo en el marcador.
La segunda mitad comenzó con buenas noticias para el líder. Nada menos que un penalti por derribo a Raúl García dentro del área. Diego Costa cedió el protagonismo a Villa, que nunca había marcado un gol al Elche, pero el lanzamiento del asturiano lo rechazó Manu Herrera y se mantuvo la igualada. Viendo que el experimento no le había dado buenos resultados, Simeone reordenó el equipo sustituyendo a Koke y Villa por Diego Ribas y Sosa.
Con el 4-4-2 clásico, y el público arengando, los locales se volcaron sobre el área alicantina. El gol estaba al llegar y se produjo en el 27, gracias a un saque de esquina cabeceado por Miranda allí donde ningún portero puede llegar. De esta forma rompieron los del Calderón la coraza del correoso conjunto de Escribá, que no tardó en presentar al ganés Richmond Boakye para que complementase su vanguardia. Con más de un cuarto de hora por delante, ningún resultado podría darse por seguro.
Buscaba el empate el Elche y a punto estuvo de sentenciar Diego Costa, pero su carrera y posterior disparo lo desbarató, una vez más, Manu Herrera. Simeone arengaba al público, el público a sus jugadores, pero se sufría a orillas del mMnzanares, aun sabiendo que los franquiverdes no son muy duchos de cara al gol. El choque se cerró con una nueva pena máxima. Se colaba Costa y Sapunaru lo derribó. Roja y penalti en el minuto 90. El hispanobrasileño, esta vez sí, engañó al guardameta y certificó el trirunfo. Ahora, quedan siete finales para el doblete de Liga y Champions.
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