Saltar al contenido

El Atlético de Madrid empata en Turín y termina líder de grupo (0-0)

9 diciembre 2014

Partido sin goles en Turín porque el Atlético no se empleó a fondo en ataque y la Juve no supo ganar. De todas formas, esta igualada y el resultado en Grecia entre el Malmoe y el Olympiacos (4-2) clasifica a los de Simeone primeros y a los de Allegri segundos.

Un empate clasificaba a los dos equipos, pero los locales querían ser primeros de grupo, aunque para ello tenían que ganar por más de un gol de diferencia, lo que favorecía el fútbol de ida y vuelta. El primero que lo probó fue Koke, que puso en muchos apuros a Buffon, quien sacó una mano prodigiosa, al igual que Moyá, prácticamente de inmediato, tras una internada de Tévez que tocó ligeramente Fernando Llorente.

La Juve, que ha variado su sistema en los últimos partidos para abandonar la defensa de cinco, ponía más intensidad en su juego, mientras que los rojiblancos buscaban contras o faltas que siempre crean peligro ante la puerta rival. Paulatinamente, los madrileños fueron cediendo terreno mientras que los transalpinos arreciaban en su ímpetu. De todas formas, Pier Luigi Buffon se erigía como el mejor de los suyos al sacar un remate de Giménez con la punta de los dedos.

El triunfo momentáneo del Olympiacos tensaba más los nervios turineses, ya que un gol del Atlético les dejaría fuera de la Champions. Por ello insistían una y otra vez en las inmediaciones del área visitante, siempre con Andrea Pirlo como director de orquesta. A cambio, sufrían los contragolpes de los de de Simeone y Mario Suárez volvió a poner en apuros a Buffon. Ya en la segunda parte, el paso de los minutos y la igualada del Malmoe ante los griegos atemperaron el partido. El Atlético no se empleaba con mucho ardor y los turineses perdían gas.

Un nuevo tanto griego, a cargo de Chori Domínguez, impulsó a los de Allegri, con un Pogba que no dejaba de multiplicarse junto a su compañero Arturo Vidal, mermado en tareas defensivas por una tarjeta amarilla que le mostraron en la primera mitad. El problema de su equipo es que le cuesta un mundo encontrar la profundidad necesaria para atacar en estático. Sus mejores ocasiones fueron disparos desde fuera del área.

Un nuevo gol del Malmoe dejaba las cosas claras a diez minutos del final. Los albinegros necesitaban dos goles para ser primeros y eso parecía un Everest ante un conjunto aplicado en defensa y con sus escasos recursos ofensivos. El pescado ya estaba absolutamente vendido, aunque en la final del choque en Grecia apretasen los locales y marcasen dos nuevos goles.

From → General

One Comment
  1. pdef permalink

    Reblogueó esto en Gol&Goal.

    Me gusta

Replica a pdef Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.