Alex Garland, Alicia Vikander, Ben Salisbury, Domhnall Gleeson, Geof Barrow, Symara A. Templeman
Ex_Machina (***)

Un empresario informático multimillonario contrata a un joven para que pase una semana en un lugar apartado de la civilización. El objetivo es completar un test en el que también estará implicada la última creación del extravagante millonario, un robot mujer sensible y de una gran capacidad sensual.
Un buen día, el novelista Alex Garland descubrió que se ganaba más dinero como guionista de cine que como literato. Fue cuando le pagaron un millón de dólares por Halo. Con anterioridad, Danny Boyle había llevado a la pantalla su primera novela, La playa, y le había encargado el libreto de 28 días después. Especialista en propuestas distópicas, se convirtió en productor ejecutivo y ahora debuta como director con una historia propia en la que nos presenta una suerte de Frankenstein femenina con algunos apuntes clásicos y una elegancia poco habitual en este tipo de producciones. Le ayuda la solvente sueca Alicia Vikander, actriz con enorme potencial desde que debutara en 2010 con la interesante Pure.
Caleb Smith –Domhnall Gleeson-, programador de una empresa con un importante número de empleados, gana un concurso. El premio es pasar una semana en casa del multimillonario Nathan, que en realidad es su jefe –Oscar Isaac, A propósito de Llewyn Davis–, un tipo excéntrico que habita en una casa en la que impera la domótica en medio de una vasta posesión. En realidad, ha escogido a su pupilo para que participe en una sofisticada variante del Test de Turing. Nada menos que descubrir si su última creación, Ava –Vikander- se comporta realmente como una inteligencia artificial.
Solamente con estos tres personajes y Jasmine –Symara A. Templeman-, una mujer que no habla, Garland construye una historia que mezcla lo fantástico, con el drama y el suspense a lo largo de siete días en las que tienen lugar conversaciones de todo tipo, que abarcan desde el arte a la cibernética, pasando por la filosofía. El resultado es una interesante película, intimista en su propuesta pero futurista en su exposición. A pesar del ambiente cerrado, lo que conduce a la claustrofobia, un ritmo lento, y con escasez de personajes, su responsable consigue un relato de gran interés, hasta el punto de que logra empequeñecer los errores en el montaje y ciertos despistes en el guion que, de otra forma, serían demasiado chirriantes.
El hecho de que Caleb se presente para el experimento en un paisaje rodeado de nieve nos remite a Frankenstein; en este caso, una criatura femenina de alta dosis sensual a pesar de sus amasijos de hierros y chips. Más adelante, se da la mano con otras propuestas cinematográficas, desde AI, hasta el reciente y fallido intento de Antonio Banderas pero, sobre todo, con Her, una de las mejores películas del curso pasado. Da la sensación de que Garland también se dio una vuelta por La piel que habito.
Lo que hace verdaderamente distinta a Ex_Machine, es una variante hasta ahora negada en la pantalla grande: el enfrentamiento entre el hombre y la máquina siendo aquel el personaje bueno, casi virginal, y quien debe enfrentarse a un cerebro manipulador que consigue enfrentar a los dos únicos seres humanos que participan de la trama. El problema es que conduce a un desenlace demasiado plano que se minimiza por el sorprendente y atractivo plano final.
Con una partitura de Geof Barrow y Ben Salisbury, muy próxima a los más convencionales parámetros del cine de terror, la cinta consigue despegarse de este género, aunque no evita la acción en su parte final. La elegancia del film también se da la mano con una vanguardista arquitectura minimalista que remite a las moradas tradicionales japonesas, a lo que ayuda el hecho de que los protagonistas caminen descalzos.
From → Cine
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.
Reblogueó esto en Vía Láctea.
Me gustaMe gusta