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The Salvation (***)

7 diciembre 2015

Un colono danés toma una diligencia junto a su esposa y su hijo recién llegados para desplazarse a su casa. Durante el viaje, otros dos viajeros matan a la mujer y al crío, lo que provoca la venganza del cabeza de familia. La muerte de los violadores desata las iras de un mafioso, que dispone de todos sus efectivos para encontrar al culpable.

El western, como Teruel, existe. No se ha quedado en el baúl de los recuerdos aun a pesar de que sus directores más clásicos hayan desaparecido o prefirieran tomar otros derroteros. Todos los años se producen varios ejemplos del género, la mayoría de los cuales no viajan a las salas comerciales europeas. Sin embargo, este título rodado en Dinamarca puede tomarse como desagravio.

Si ya es difícil encontrar una aventura centrada en el Lejano Oeste norteamericano con capital nórdico, todavía extraña más de la mano de quien viene, Kristian Levring, un director surgido del movimiento Dogma para quien esta propuesta debe de ser lo más alejado a sus convicciones cinematográficas. Además, ha contado con un reparto internacional, encabezado por el camaleónico y solvente Mads Mikkelsen, que cuenta entre su filmografía con un título rodado en España, Torremolinos 73, y que vivió su mejor año en 2012 gracias a su participación en La caza y Un asunto real.

Mikkelsen encarna a Jon Jensen, un colono danés que, junto a su hermano Peter –Mikael Persbrandt-, se ha asentado en el medio oeste norteamericano. Por ello ha reclamado la presencia junto a él de su esposa Marie –Nana Oland Fabricius- y su hijo Kresten –Sean Cameron Michael-.  Como compañero de viaje en la misma diligencia, junto a uno de sus esbirros, figura Paul Delarue –Michael Raymond-James- quien acaba de salir de la cárcel y se encapricha de la mujer. Tras arrojar a Jon del carruaje, asesina a los cocheros, al pequeño, y viola a recién llegada, lo que provoca la venganza de su marido, que termina dando muerte a los dos forajidos.

El fallecimiento de Paul es el detonante para que su hermano, el jefe de la banda de pistoleros Henry Delarue –Jeffrey Dean Morgan-, imponga una justicia muy particular. Ahora puede satisfacer su deseo personal de acercarse a su cuñada Madelaine –Eva Green-, a quien los indios cortaron la lengua y dejaron su rostro marcado. Además, en connivencia con el sheriff Mallick –Douglas Henshall- y el alcalde Nathan Keane –Jhonathan Pryce-, siembra el pánico en el pueblo para quedarse con todas las tierras en las que un líquido negro y pegajoso comienza a hacer acto de presencia. Y todo ello sin olvidar el desquite, y la persecución consiguiente, por la muerte de su hermano.

Levring dirige, por tanto, una historia clásica dentro del género. En este caso, se trata de dos venganzas consecutivas y un recuerdo a los filmes de Sergio Leone, incluidos los toques de guitarra compuestos por Kasper Winding, sin olvidar el referente de Solo ante el peligro. El resultado es bastante satisfactorio, sobre todo si tenemos en cuenta que todo en esta producción parece ir contra corriente, incluidos los sorprendentes cielos y algunos pasajes en los que se abusa de la digitalización. A cambio, la fotografía de Jens Schlosser logra paliar en parte ese problema.

Los actores asumen sus papeles y lo hacen sin estridencia, de forma casi hierática. Especialmente Mikkelsen a quien ya de por sí resulta muy difícil sacarle una sonrisa ante la cámara. Sin embargo, resulta convincente, como el resto del elenco, aunque los personajes adolezcan de profundidad en sus descripciones. Más que de sentimientos, nos hallamos ante una película de reacciones primarias y de algunos pecados capitales, como la ambición, la lujuria, la ira y la soberbia.

From → Cine

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