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Vivir de noche (Live at Night) (**)

30 enero 2017

Un ladrón de bancos de Boston, para cumplir una venganza contra uno de los capos de la mafia, se pone en manos de su gran rival, quien confía en él para recuperar el negocio en Florida durante la época de la Ley Seca. La zona ofrece unas características especiales, con la mezcla de cubanos, puertorriqueños, gente de color  y la presencia del Ku Klux Klan.

La multinacional Warner Bros adquirió en su día los derechos de la novela de Dennis Lehane con la intención de que Leonardo DiCaprio protagonizase la versión fílmica. Finalmente, el angelino respaldó como productor una adaptación que se quedó en manos de Ben Affleck, director, guionista y protagonista del film. La acción se centra en Joe Coughlin un mafioso por necesidad, pero que pretende alejarse en todo momentos de los convencionalismos de un gánster al uso. Se puede considerar que, inicialmente, es una buena persona, aunque el devenir de los acontecimientos le obliga a efectuar una serie de actos que parecen muy lejanos a sus convicciones.

Es un ladrón de bancos en Boston. Hijo del comisario jefe de policía –Brendan Gleeson-, y amante de Emma Gould –Sienna Miller-, novia de unos de los capos de la ciudad, Albert White –Robert Glenister-. Cuando perpetra un último atraco para fugarse con la chica a California, es traicionado, dando con sus huesos en la cárcel. Tras cumplir una condena mínima para sus fechorías, busca venganza y se pone a las órdenes del jefe de la mafia italiana, Maso Pescatore –Remo Girone-, quien le convierte en responsable de sus asuntos en Florida.

Una vez en Tampa se hace amigo del sheriff Irving Figgis –Chris Cooper- y se reencuentra con Dion Bartolo –Chris Messina-, compañero de fechorías en Boston. Juntos, pretenden extender su radio de acción al juego y a las drogas mientras inicia una relación con Graciela –Zoe Saldana. Lejos de ser una balsa de aceite, los tentáculos de Albert White son muy alargados. Además, Joe Coughlin se encuentra con otros problemas, como el cuñado del sheriff –Matthew Maher-, que pretende sacar tajada de su estatus, los miembros del ku Klux Klan que entorpecen el negocio con la gente de color y la presencia de la reformada Loretta –Elle Fanning-, hija de Figgis, quien predica contra la instalación del casino y del resto de prácticas ilegales.

La novela plantea diversos frentes, y su aspecto más original es la correlación de fuerzas en Florida, donde los cubanos odian a los españoles, los blancos a los cubanos, todos se enfrentan a los puertorriqueños y pretenden fastidiar a los negros. No queda exenta la corrupción policial ni los juegos de intereses, así como el enfrentamiento entre bandas rivales por tomar el control de los negocios fuera de la ley. No obstante, el guion se muestra farragoso, pasando de puntillas con respecto a algunas situaciones y entreteniéndose en otras más de la cuenta. La escenografía es muy atractiva, pero da la impresión de que Affleck dispara con salvas, ya que casi nunca consigue lucirla. En este aspecto, se muestra mucho más efectivo en los escenarios naturales que cuando se mueve entre decorados.

La película no se puede entender de otra manera más que en un homenaje a las clásicas producciones de gánsteres. Como actor, Ben Affleck resulta transparente; como director es más afectivo, pero este largometraje, el cuarto en su filmografía, resulta el más flojo. Desde luego, poco o nada tiene que ver con Argo. Si juntamos un buen ramillete de producciones del género, entre las que no pueden faltar Bugsy ni El precio del poderScarface-, encontramos las claves principales de la puesta en escena de este film, cuyas propuestas más originales se quedan un poco en el limbo.

Encontramos escenas que nos recuerdan a otros filmes, pero Affleck se luce en algunos planos cenitales. Se muestra demasiado academicista en las secuencias de acción, que apenas sorprenden y resulta más efectivo en las distancias cortas, apoyado por un elenco que cumple en su mayoría. La complejidad del relato a la hora de resumirlo se palia con la voz en off del protagonista, lo que le permite al principio recordar en flashbak sus fechorías iniciales, aunque queda esbozada su colaboración como sujeto más pasivo en los atracos. La idea de que se trata de un hombre que no traspasa ciertos límites y la justificación de que lleve a cabo ciertos actos que no van con su conciencia de hijo pródigo tampoco resulta del todo convincente.

From → Cine

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