En febrero, de viaje por La ciudad de las estrellas

El nuevo año nos ha traído una película arrasadora. La ciudad de las estrellas ha batido récords en los Globos de Oro y está dispuesta a no dejarse avasallar en la próxima edición de los Oscar. Con ella, surgen títulos donde personajes de color se adueñan de la pantalla mientras miramos de reojo a Tarde para la ira, que no deja de recibir galardones dentro de nuestras fronteras.
Se la conoce tanto por su título en español, La ciudad de las estrellas como por su original inglés, La La Land, en un claro ejemplo de que las películas triunfadoras da igual cómo se las nombre. ¿Es tan buena como para arrasar en los Globos de Oro y en las candidaturas a los Oscar? Podría decirse que en los años cincuenta sería un musical más de los muchos que triunfaban en la pantalla, pero que ahora mismo nos deslumbra porque echábamos de menos ese tipo de cine. Un homenaje a los clásicos con un arranque espectacular, una magnífica canción y una floja historia de amor. Uno de sus puntos fuertes es la química entre dos grandes actores, Ryan Gosling y Emma Stone.
Tras la controversia del año pasado, en la que los afroamericanos de Hollywood clamaron por la ausencia de los suyos en los grandes premios, esta vez hay profusión de películas y buenas actuaciones que sí se hacen acreedoras a competir por lo máximo. Muy interesante Figuras ocultas, que relata la vida de cuatro inteligentes mujeres que prestaron una aportación definitiva en la carrera espacial. También lo es Moonlight, que muestra lo difícil que es ser homosexual en una comunidad negra, mientras que Fences es la adaptación de una obra teatral y de ello se resiente. No obstante, sus protagonistas, con Denzel Washington y, sobre todo, Viola Davis a la cabeza, están magníficos. De todas formas, Hasta el último hombre me parece la cinta más completa.
Los actores, y especialmente Ryan Gosling, tendrán que pelear muy duro con Cassey Aflleck, que encabeza el reparto de la exquisita Manchester frente al mar, un drama bien rodado, con un buen guion y que será una de las películas que recordemos en el futuro de los últimos doce meses. En el mismo género encontramos a Lyon, con un buen Dev Patel, el chico de Slumdog Millonaire. Menos interesante que las anteriores, es una historia real que recuerda a De los Apeninos a los Andes, pero con viaje de ida y vuelta de la India hasta Australia. La lista de lo mejor del año se competa con La llegada una obra de ciencia ficción a cargo de Denis Villeneuve y con una Amy Adams injustamente apartada de las candidatas femeninas.
Mientras, en España, el actor Raúl Arévalo se lleva casi todas las recompensas con su primer trabajo como director. Tarde para la ira es una película sólida, que deja empequeñecida a Un monstruo viene a verme, gracias a la cual subió el porcentaje de nuestra producciones en el mercado doméstico. Fuera de nuestras fronteras, pese a que J. A. Bayona fue contratado por el propio Steven Spielberg, la más taquillera fue Julieta. Pedro Almodóvar sigue siendo un cinasta muy respetado en todas latitudes.