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La Liga de la Justicia (Justice League) (**)

19 noviembre 2017

¿Quién falta por ser un súper héroe?

Bruce Wayne, alter ego de Batman, se encarga de encontrar un ejército de súper héroes para hacer frente a una amenaza mundial. Se trata de Steppenwolf y su ejército, que es acusado de hacerse con las tres Cajas Madre de la Tierra en favor de su siniestro sobrino.

Cada estación del año nos toca una película de súper héroes. Es el turno de DC Comics, que se alterna con Marvel en esto de los chicos con poderes. Como si de una sesión de fuegos artificiales se tratase, al final se lanzan todos juntos, y así sucede en este caso, en el que ya no caben más por centímetro cuadrado. Llegados a este punto, nos preguntamos por cuál será nuestro poder especial. Vemos que hay tantos mutantes, que pensamos que todos debemos de serlo. Será cuestión de pasar por la academia del Profesor Xavier o de relacionarnos con Batman o Iron Man para descubrir hasta donde podemos llegar.

Ya tenemos a la Liga de la Justicia en pista, Qué bien. Los fans la esperaban y seguro que disfrutarán con ella, pero no aporta nada al género salvo las decisiones adoptadas por los guionistas, especialmente Joss Whedon y el director Zack Snyder, el mismo de Batman vs Superman. Ahí queda la cosa. Menos mal que este metraje dura exactamente dos horas y no nos puede tanto el hastío como su trabajo anterior porque las frases del guion son absurdas, la puesta en escena manifiestamente mejorable y los efectos visuales, que son tan protagonistas como los actores principales del film, son tan excesivos como poco agradecidos.

Y si hablamos de excesos, toda la película hace gala de ellos. Desde un guion flácido a una ampulosidad, un sonido y unas imágenes generadas por CGI que cubren a media los desperfectos de la historia. Será porque nos ofrecen más de lo mismo, algo que encantará a los acérrimos seguidores de estas propuestas, pero que cinematográficamente solo puede ser considerado como un blockbuster del montón. El film tiene más nombre y reclamo que garantías cinematográficas. Hubo muchas dudas a la hora de poner en pie este proyecto debido a la caída de ventas por el exceso de oferta y las debilidades de entregas anteriores. Warner se había pegado un buen tropezón con Linterna Verde y gracias a la reaparición de Supermán, se asumió el riesgo.

Aquí no falta casi nadie. Parafraseando a Celia Cruz, no hay pantalla para tanta gente. Solo Lex Luthor –Jesse Eisenberg-, cuyas secuencias fueron eliminadas en el montaje, pero se le dejó una secuencia post créditos, como a Slade Wilson/Deathstroke –Joe Manganiello-, un asesino enemigo de Bruce Wayne, quien a la postre es el que reúne a los muchachos encargados de hacer el bien. Lo de las escenas al final de la película es otro suplicio. Aguantar más de diez minutos para que leamos quien es el primo del operador de la segunda grúa, a veces no merece la pena. En este caso, menos, porque la partitura de Danny Elfman echa mucho de menos a referentes próximos, como Hans Zimmer o John Williams.

Mientras el mundo se regocija con la última hazaña de Supermán –Henry Cavill-, la amenaza, a falta de Lex Luthor, es el viejo y cansado Steppenwolf –Ciarán Hinds- quien, al frente de sus Parademons, es acusado de hacerse con las tres Cajas Madre para mayor gloria de su sobrino, Darkseid, quien le tiene poco menos que esclavizado. La abundancia de CGI llega al propio Steppenwolf, ya que se rol fue elaborado a base de motion capture.

En el bando de los buenos, aparte de los ya referidos, encontramos a Wonder Woman –Gal Gadot-y la aparición de Barry Allen/The Flash –Ezra Miller-, Arthur Curry/Aquaman –Jason Momoa- y Victor Stone/Cyborg –Ray Fisher- en un adelanto de sus aventuras en solitario. Los dos primeros llegan con sus respetivas parejas, Iris West –Kiersey Clemons- y Mera –Amber Heard-, respectivamente. También hay que contar con el comisionado Gordon –J.K. Simmons- y Lois Lane –Amy Adams-, entre otros.

Se aprecia un interés porque la puesta en escena se aproxime al cómic más que en otras ocasiones, pero carece tiene esa alma propia de las historias gráficas. Demasiado ruido y exceso de añadidos visuales. Abundancia, especialmente, de súper héroes. Hay algunos que ya van por nueve entregas, series de TV e incursiones anteriores en el celuloide al margen. Demasiado para el cuerpo. A los acérrimos, como ocurre en Eurovisión con los eurofans todo le parecerá magnífico, a los demás nos deja bastante fríos. Habrá más entregas, por supuesto, y esperamos que con mayor calidad y un villano a la altura. El de este film parece muy poco pollo para demasiado arroz. Un simple entrenamiento para los componentes de la Liga de la Justicia, que tendrán que elevar el listón en todos los ámbitos para convencernos en el futuro.

From → Cine

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