Cine en abril de 2019

Pocos momentos de gloria
La llegada de la Semana Santa era en tiempos sinónimo de gran atractivo en las carteleras. Se reservaban las películas triunfadoras en los Oscar, pero la globalización ya permite estrenos simultáneos, así que la oferta en este año se nos antoja bastante pobre ya que muy pocos títulos destacan por su calidad.
En estos momentos parece buena idea refugiarnos en la cartelera y valorar en su justa medida la última apuesta de Almodóvar, que su nombre de pila se lo ha dejado en el tintero. Dolor y gloria es una magnífica película que sirve para que nos congraciemos con el cineasta manchego. También colea Dumbo, la última locura de Tim Burton, que llegará hasta las vacaciones de los chavales, así como El niño que pudo ser rey, que aúna la leyenda de la espada Exalibur con la época actual.
Todo es esperar hasta que llegue el próximo número uno en taquilla de forma incontestable. Será Los Vengadores: Endgame. Thanos, dispuesto a devastar lo que se encuentra en su camino dará al traste con la saga, pero que nadie se preocupe porque Disney y Marvel ya están creando nuevas entregas del mítico grupo. Por cierto, Lobezno aparecerá en la secuencia post créditos. No sabemos si volverán a empezar o se optará en todo caso por una resurrección. Hasta su estreno nos conformaremos con otro súper héroe, Shazam, que nos descubrirá ese otro gran yo que todos llevamos dentro.
Curiosamente, a falta de sorpresas de última hora, lo mejor del mes en cuanto a calidad se refiere llega de China. Largo viaje hacia la noche es un drama de más de dos horas en la que un hombre busca a la mujer que amaba entre recuerdos y realidades. A su altura hay una propuesta española de animación, Buñuel en el laberinto de las tortugas, que recrea el rodaje de uno de los más célebres trabajos del genio de Calanda. En el mismo género, pero en busca de un público infantil se sitúa Bikes, de Manuel J. García
Proliferan las producciones españolas. Lógico después de haberse cerrado el Festival de Málaga, pero en abril no llegan ni las premiadas ni las mejores. Bastante comedia, representada por ¿Qué te juegas?, Lo dejo cuando quiera, La pequeña Suiza y 7 razones para huir. El notable lo tienen difícil. En la parte dramática figuran Boi, Lady Off y El hijo del acordeonista, que se presentó en Huelva. Ninguna de las tres está predestinada a trascender, lo que demuestra que cuando llega la primavera se rebajan las posibilidades de encontrarnos con verdaderas obras de arte.
Los ejemplos norteamericanos más atractivos son Identidad borrada, con una buena interpretación de Lucas Hedges. Poco más si descartamos La profesora de parvulario, que presenta la relación de una docente con un niño prodigio. Sin grandes alicientes, habrá que centrarse en el cine europeo. Gracias a Dios, del siempre sagaz François Ozon, relata los casos de pederastia que afectó a la iglesia de Lyon. Es interesante, aunque no alcanza las cotas esperadas pese a su triunfo en Berlín. Le sucede lo mismo a la alemana La sombra del pasado.
Particularmente nos hemos divertido más con A la vuelta de la esquina, otra producción germana mucho más intimista e imaginativa. Sin olvidar un ramillete de historias made in France de calidad media interesante, pero sin pasar del aprobado alto. El thriller La última lección puede que sea la más atractiva. Con todo, nos quedamos con un estreno de la última semana de marzo. Conociendo a Astrid nos trae a primer plano la autora de Pippi Calzaslargas. No es una biografía al uso y su puesta en escena nos parece interesante y original.