Rock’nRoll Eddie (Władcy przygód. Stąd do Oblivio) (**1/2)

Casi, casi de todo

Dos animosos chavales ponen en marcha un gramófono y traen a la dimensión terrestre de forma accidental a Eddie, un rocanrolero fugado de Oblivio. Su presencia implica que aparezcan los cazadores de cabezas, que intentarán desintegrar a toda costa al huido y a quien se interponga en su camino.

Curiosa en todos los sentidos esta producción polaca cuyo responsable en Tomasz Szafranski, quien presenta como bagaje su participación en tres series televisivas. Si nos cae en gracia, podemos disfrutar a tope, aunque también es susceptible de que nos pase exactamente lo contrario. Rock’n’Roll Eddie es un poco de todo y un mucho de nada. Es un film de aventuras, de género fantástico, un thriller de acción, incluso una comedia de terror y también, aunque menos, un musical.

Franek -Szymon Radzimierski- es un chico muy aprovechado. Echa de menos a su padre y no puede soportar que su madre quiera rehacer su vida con otros hombres, pero a cambio tiene un fuerte espíritu creativo. Su último hallazgo es una especie de ala delta en la que un ser humano puede desplazarse por el aire alrededor de medio kilómetro. Izka -Weronika Kaczmarczyk-, que no parece tenerle miedo a nada excepto a los esqueletos, se ofrece sí o sí como conejillo de indias.

El invento funciona en primera instancia, pero el aterrizaje los lleva a una mansión solitaria en la que un hombre parece haber sufrido un paro cardíaco. En un ambiente tétrico ponen en marcha un peculiar gramófono que permite aparecer entre nosotros a Eddie -Maciej Makowski-, quien con su atuendo y la guitarra entre sus manos parece una burda copia de Elvis Presley. Procede de Oblivio, una dimensión remota donde descansan las canciones olvidadas.

Con Eddie llegan también los cazadores de cabezas, dispuestos a volatilizar a su congénere, que es el castigo por haber huido. Oriana -Piotr Kazmierczak- y Gorgh -Lukasz Wójcik- han sido enviados por el juez Krips Lukassz Matecki-. No reparan en nada y pretender hacer lo mismo con sus originales armas con todo aquel que se interponga en su camino. Hasta ahora hemos tenido un poco de terror, unas gotas de musical, un poco de homenaje y sátira, sin olvidarnos de algo de aventuras y comedia. Quedan otros muchos géneros por conquistar.

Para devolver a Eddie a su universo y evitar la amenaza que se cierne sobre nuestro planeta, los dos chicos tendrán que poner en marcha otro gramófono. Este se encuentra fuertemente custodiado, incluso con acceso a lugar donde únicamente la saliva del coronel Lewicki -Janusz Andrzejewski-, un personaje curtido en mil misiones, ejerce como llave. Ya casi tenemos completo el puzle. La aportación de la hermana mayor de Izka, Viola -Kamila Bujalska-, será de gran ayuda para sus propósitos.

La parte dramática la aporta los devaneos de la madre de Franek –Alicja Dabrowska-, y no falta una puesta en escena que bien podría entrar en algún capítulo de Misión Imposible. La acción está garantizada y también el género fantástico. Franek e Izka descubrirán que no hace falta ser un súper héroe para vivir una gran superaventura.

El ritmo impuesto por Tomasz Szafranski es muy aceptable y Rock’n’Roll Eddie se transforma en un totum revolutum que hará las delicias de los más jóvenes. Es una propuesta en ocasiones estrafalaria que ofrece una mezcolanza imparable. Todo lo que podamos imaginar se encuentra de entro de esta comedia de acción muy difícil de encasillar.

Si uno está dispuesto a pasárselo bien, el resultado es entretenido e incluso los efectos especiales no desmerecen. Otra cosa muy distinta es que intentamos ver este largometraje como algo más que un simple divertimento. Entonces, más vale que escojamos otra variante dentro de la múltiple oferta que existe en las carteleras.