2021, Agustí Villaronga, Alessandro Baricco, Armando Buika, Òscar Kapoya, Drama, Festival de Maága, Festival de Moscú, Hechos reales, Mumi Diallo, Roger Casamajor
El vientre del mar (El ventre del mar) (**1/2)

Culpables del naufragio
Junio de 1816. La fragata francesa Alliance embarranca ante las costas de Senegal. Sin botes suficientes para todos, se construye una balsa para remolcar hasta la orilla a 147 hombres. Pero el pánico y la confusión se apoderan del convoy y cortan la soga de remolque, abandonando la balsa a su suerte.
Esta película, la más extraña dentro de la filmografía de Agustí Villaronga, fue la gran triunfadora en el último Festival de Málaga al acumular seis galardones. Nada menos que los correspondientes al mejor film, actor, dirección, guion, música, fotografía y actor protagonista. También fue recompensada por la crítica en el Festival de Moscú, lo que le añade un plus de interés. Cuando todavía está pendiente de estreno Nacido rey, a consecuencia de la pandemia de la Covid-19, el cineasta mallorquín presenta una obra muy personal.
Basada en hechos reales, se refiere al naufragio de una fragata francesa, la Alliance, que tuvo lugar en junio de 1816 frente a las costas de Senegal. El resultado fue absolutamente trágico debido a que no había botes suficientes para todos los pasajeros. Tras construir una precaria embarcación, los responsables obligaron a subir en ella a 147 personas entre pasajeros, soldados y unos pocos oficiales. Las lanchas salvavidas deberían remolcarla hasta la costa, pero se cortó la soga que la amarraba a causa del pánico y la confusión.
La almadia permaneció a la deriva durante varias jornadas, incrementando el horror debido al hambre y a la locura en las que derivó aquel suceso. Las mayores crueldades se dieron cita entre los náufragos junto a la piedad de algunos afectados en medo de un mar bravío y las inclemencias causadas por el estado del tiempo. Un grupo de gente heterogéneo, en el que cada cual luchaba por su supervivencia mientras culpaba a otros de la ineficacia y del abandono.
Con casi todo el escaso metraje, solo 76 minutos, en blanco y negro, Villaronga recrea a su manera la segunda novela de Alessandro Baricco. Prácticamente, lo reduce al duelo entre un oficial médico llamado Savigny -Roger Casamajor- y Thomas -Òscar Kapoya-, uno de los marineros. Ambos aparecen inicialmente en el juicio donde recordarán lo sucedido en aquellos aciagos días. El galeno es intransigente y apela al sentido del deber y a minimizar los daños. Vale más que se cuente con unos pocos supervivientes que no perderlos a todos.
El miembro de la tripulación es un fornido hombre color, un marinero raso que expone su rebeldía desde el primer momento. Lanza sus acusaciones con firmeza y en todo momento acusa a los superiores. No se puede ir en contra del vientre del mar y es precisamente éste quien impone su ley. Un detalle mayúsculo pasado por alto por los que detentaban el mando en el navío.
El desarrollo es prácticamente minimalista y el duelo dialéctico entre los dos personajes centrales lo lleva directamente a una propuesta teatral. Villaronga sabe como regatear esta circunstancia, pero el exceso de diálogo y el escaso presupuesto no terminan por alejarlo. El resultado es una puesta en escena inteligente, cuyo guion lleva a varias reiteraciones. Un film para minorías, que se pasea con éxito por certámenes cinematográficos, pero que no augura el mismo éxito en su vertiente comercial.
Hay un punto valioso y es la extrapolación que puede hacerse del desastre del Alliance para emparentarla con los naufragios acaecidos en época actual. Que el marinero proceda de África tampoco es baladí, puesto que entronca con la diáspora subsahariana. Cayucos repletos de personas que buscan en Europa el futuro que no tienen en su continente. Desde este punto de vista, la lectura de esta producción se agranda y adquiere una dimensión más importante.
From → Cine
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