Finlandia (6,0 /10)

Marta es diseñadora y realiza un viaje a Oaxaca para documentarse. Su forma de apreciar la realidad y la visión de sí misma cambia cuando comienza a convivir con las muxes, un colectivo que lucha por el reconocimiento de su género como un tipo más en la sociedad, a la vez que combate con sus propias pasiones, traumas y sentimientos escondidos.
Entiendo que este primer trabajo de ficción del documentalista Horacio Alcalá arrase en los festivales donde se proyecta. Su película es valiente y deja al descubierto escarnios que deberían haberse superado. Su propuesta tiene mucho que ver con una búsqueda de identidad. La de él mismo, cuando descubrió la realidad que nos cuenta, y la de uno de sus personajes, Marta -Andrea Guash-, que viaja a Juchitán de Zaragoza, una localidad del estado mexicano de Oaxaca, al sur del país.
Hay escombros. Se puede pensar en un acto terrorista o en una incursión de los narcos. Realmente se trata de un terremoto y los vecinos lloran a sus víctimas. Una mujer encuentra un cuerpo bajo los derribos. Parece un cuerpo de varón, pero cuando limpia el cadáver se advierte el rostro de una mujer ataviada con grandes aretes de oro y una guirnalda en su cuello. Se trata de Delirio -Noé Hernández-. Es una muxe, término zapoteca que hace referencia al género que define a un hombre que asume roles femeninos.
Entre la copia y el plagio
Solo en una pequeña zona del istmo de Tehuantepec se calcula que conviven más de tres mil muxes. El colectivo reivindica la realidad de ese tercer género, se atavía con colores vivos y diseños originales. Vestidos y blusas bordadas confeccionadas a mano. Eso es lo que precisamente llama la atención de Lorena Mendoza -Raquel Menor Rodríguez-, la jefa de Marta, que la envía para que se empape de esos modelos y cree una colección propia.
Aparte de poner en valor las muxes, se afirma que sale más barato tejer en Bangladesh que comprar la ropa en Oaxaca. Del mismo modo, pretende establecer la diferencia entre la copia y el plagio. Una línea muy delgada. Horacio Alcalá se acerca en su film al pesudo documental, tanto en ese aspecto como en el día a día de las muxes y sus sentimientos devotos que dotan al conjunto de un realismo mágico que roza lo fantástico. Son las encargadas de los oficios religiosos, la conservación de las imágenes y de engalanar las iglesias.
Personas vilipendiadas
Cuando Marta llega a San Juan de Zaragoza descubre un entorno nuevo que influye de forma muy determinante en su modo de ver las cosas. Mientras, vamos conociendo la vida de Delirio, una persona de mediana edad que en su espejo tiene una serie de postales que coinciden con la geografía de Finlandia. Recuerdo de un amor perdido tiempo atrás. Nos encontramos con Amaranta -Cuauthli Jiménez-, que vive con su padre entre insultos constantes y busca refugio en hombres que conoce en la cantina, ya sean borrachos, estén casados o solo quieran sexo.
Ellas dos confeccionan la ropa tradicional que venden en el mercadillo, mientras en otra parte del pueblo, un niño de doce años llamado Mariano -Érick Israel Consuelo-, que sufre acoso escolar, se mira al espejo y se adorna como si fuera una muxe. Su madre le prohíbe que vivite a Delirio, a quien le pregunta de forma incesante sobre los bordados, las postales de tierra extranjera y como dio el paso al tercer género.
Producción tan valiente como reveladora, cuya idea está muy por encima de su puesta en escena y de su guion. Los personajes muchas veces hablan y ni siquiera se miran, lo que aporta distanciamiento y frialdad desde el origen. Lo que se cuenta no hacía falta estirarlo tanto. Es conmovedor y dramático en sí mismo para ornamentarlo con situaciones que empañan la línea principal. La parte que se acerca al documental es muy interesante, erigiéndose en el atractivo principal de la película. El resto, apenas aporta.
Fecha de estreno: 9 de junio de 2022 (97 minutos).