El hombre de Toronto (The Man from Toronto) (4,8/10)
El asesino más mortal del mundo es conocido como «El hombre de Toronto», y Teddy es el mayor desastre de Nueva York. Ambos se encontrarán por un malentendido y el destino les obliga a formar equipo para salvarse. ¿Conseguirán aguantarse el uno al otro?
Si hay un director especializado en las comedias de acción protagonizadas por colegas ese es Patrick Hughes. Sus dos entregas de El otro guardaespaldas lo demuestran. Por eso no resulta extraño que Netflix le haya escogido para encargarse de este guion en el que un asesino a sueldo y un don nadie metepatas han de colaborar por propio interés. Kevin Hart se encarga de la parte supuestamente cómica y Woody Harrelson le da réplica con un look que incluye un traje negro y un sombrero de ala ancha que debe de imponer a sus enemigos.
Teddy fracasa por donde quiera que va. Si diseña una promoción para el gimnasio de un amigo que se ha gastado el dinero en los flyers se le olvida poner la dirección y el número de teléfono. Hasta se ha creado una palabra con su nombre para indicar la decepción. No implica para que esté felizmente casado con Lori -Jasmine Matthews- y que poco antes de que se quedara sin trabajo hubiera contratado unos días de asueto en una idílica cabaña. Un problema con un número de la dirección hace que se meta en el lugar equivocado.
Dos colegas
Mientras, conocemos a El Hombre de Toronto, un tipo frío e implacable que recibe encargos desde hace veinte años de una mujer y se desplaza en su adorado Dodge Charger de 1989. El último trabajo afecta a un aspirante a la presidencia venezolana justo en los días en que su país inaugura la nueva sede de su embajada en Washington. Su método se basa en relatar la historia de su abuelo, que él vio morir en las garras de un oso cuando era un chiquillo. De esta forma, y con la amenaza de su set de cuchillos, consigue siempre sus propósitos.
A medida que avanza, la historia se descompensa. Si el comienzo promete, a medida que Kevin Hart intenta lucirse con sus frases a modo de ametralladora, solo deseamos es que se calle y deje sus sosos chistes para esparcirlos en los pasajes menos atractivos de varias películas. También se nos va cayendo la personalidad del personaje interpretado por Harrelson. Ni es tan fiero como lo pintan ni parece que su aura sea la que aparenta. Por si fuera poco, se incluyen otros asesinos a sueldo de diferentes localidades que son a cuál más patético.
Comedia o acción
El Hombre de Toronto y Kevin no tienen más remedio que colaborar por mucho que mezclen como el agua y el aceite. Si uno es patético, el otro solamente es fachada. Salvo un par de secuencias de acción, que resultan atractivas entre el resto de la propuesta, la película apenas ofrece trascendencia hasta el punto de que nos resulta difícil discernir si se trata de una comedia de acción con poca gracia o si es un film de acción con ribetes de humor demasiado simple. Pensar que Kevin quiere triunfar con un boxeo sin golpes ya es una hazaña.
Patrick Hughes hace lo que puede con unos frágiles mimbres, de la misma forma que los dos actores que encabezan el reparto aportan lo que se espera de ellos. En el caso de Hart, una especie de embaucador con verborrea inconsistente, todo parece exagerado a excepción de su estatura. Incluso, mucho más que un guion hilvanado con pinzas y que viene a respaldar un tipo de producciones de Netflix políticamente correctas, que se dirigen a toda la familia y que, sean del género que sean, guardan todas ellas una línea perfectamente identificable.
Fecha de estreno en España: 24 de junio en Netflix (110 minutos).
El Ónfalos 