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El acontecimiento (L’événement) (***1/2)

16 marzo 2022
El acontecimiento

Francia, 1963. Anne, una joven y brillante estudiante con un futuro prometedor, descubre que está embarazada. Con los exámenes finales en perspectiva y un vientre que no para de crecer decide actuar cuanto antes. Incluso si su decisión supone confrontar la vergüenza, el dolor y hasta ir a la cárcel por ella.

Pocos trabajos como éste son capaces de agarrarse a tu pecho y provocar un mal trago de principio a fin. El aborto es su tema central, pero entiendo que no es un film para sentarse sin más en el patio de butacas. Hay que prepararse para disfrutar de una buena película y, al mismo tiempo, saber sufrir con los avatares de la protagonista. Un embarazo no deseado en la Francia de 1963 acarreaba la vergüenza, la reprobación y, posiblemente, la cárcel.

Quien lo sufre en primera persona es Anne Duchesne -Anamaria Vartolomei-, una estudiante prometedora que sueña con acceder a la Universidad en el siguiente curso. Cuando descubre que está embarazada, el mundo se le viene encima. Lo primero que intenta es un aborto oficial, pero en aquella época esa acción estaba penada en el país vecino y ningún médico se jugaría su carrera por llevar a cabo esa práctica. A ello, hay que añadir las opresivas restricciones de su entorno.

El paso siguiente sería consultar a una especialista en trabajos no demasiado justificables. Le explica que hay métodos que van desde unas acciones más simples hasta otra muy complicadas. En estas últimas, incluso, hay peligro de muerte a consecuencia de un sangrado incontrolado. Nada detiene a la protagonista en su intento de liberarse de su situación y dejar el camino expedito a su examen de entrada en la Universidad, aunque tenga que sufrir lo indecible para ello y tomar decisiones en extremo arriesgadas.

La novela autobiográfica de Annie Emaux ya resulta asfixiante de por sí, y la directora francesa de origen libanés Audrey Diwan firma una adaptación magnífica. Ganadora del León de Oro en Venecia, la película no solo mantiene el opresivo clímax del texto literario, sino que lo enriquece. La cámara sigue prácticamente en todo momento al personaje central. Los planos cortos terminan por completar secuencias angustiosas de las que ni siquiera puedes liberarte cuando termine la proyección. Hay momentos que seguirán retumbando en su cabeza.

Nos llevamos la primera sorpresa cuando descubrimos el estado de buena esperanza de Anne. Lo hacemos al mismo tiempo que ella, puesto que el momento de las relaciones sexuales que desatan el drama se insinúan, pero no se concretan con firmeza. El hecho de que aparezcan rótulos en la pantalla mencionando las semanas de embarazo no ayudan a la relajación puesto que cuanto más se avanza la preocupación de la protagonista es todavía mayor. El hecho de que no consiga desprenderse de una situación no programada y incrementa su angustia.

Desde luego, no se trata de una historia de tantas acerca de una gestación no deseada. Hay bastantes elementos que la hacen muy diferente. Incluso, Diwan no toma partido. En ningún momento se atreve a decantar la balanza en justificaciones o reproches. Solamente narra lo que sucede, sin moralinas o posible defensa a ultranza sobre la capacidad de la mujer para decidir. Hay que tener encuentra el momento histórico, y en 1963 se estaba más cerca del castigo que de la comprensión más liberal.

From → Cine

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