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Regreso a Montauk (Rückkehr nach Montauk – Return to Montauk)(**)

7 agosto 2017

Un escritor maduro viaja a Nueva York para promocionar su última novela. Allí se reencuentra con su actual compañera y revive el pasado al toparse casualmente con un viejo amigo a quien le pregunta por un amor del pasado. Los días sucesivos tratará de recuperar aquella ilusión que ocupa un lugar privilegiado en su nueva obra.

Lección de geografía: Montauk es una pequeña localidad en el extremo de Long Island. A ella se refiere el título de esta película, basada en un texto del autor suizo Max Frichs, al que se dedica el largometraje dirigido por Volker Schlöndorff y coescrito por el también novelista Colm Toibín. Se basa en la recuperación de un amor perdido, probablemente, el más deseado por el protagonista, pero que se ha quedado atrás, como muchas otras de sus historias personales. Su regreso a Nueva York, en cuya Biblioteca Pública trabajó producto de una beca conseguida en Alemania, su país natal, le impulsa a rememorar aquel deseo y comprobar si realmente merece la pena recuperarlo.

Cuando aterriza en la Gran Manzana, Max Zorn –Stellan Skarsgard- debe efectuar dos lecturas parciales de su última novela, El cazador cazado. Habla de su padre moribundo, profesor de filosofía, cuando le contó que la vida se compone de acciones que te arrepientes de haberlas llevado a cabo y de aquellas que te arrepientes de no haberlas enfrentado. Habla también de una mujer que conoció en Nueva York quien, pudiendo haber sido el amor de su vida, dejó atrás por razones que no se explican en modo convincente. Conocemos a Clara –Susanne Wolff-, su actual compañera, y a la animosa agente literaria Lindsey –Isioma Laborde-Edozien-, que se encarga del día a día de la promoción.

Son momentos de buen cine, con frases profundas, a pesar de la irregularidad actuación de Skarsgard. La intención de Schlöndorff parece sólida aunque el montaje no hace justicia a su puesta en escena. Se produce un encuentro con un personaje enigmático, un millonario coleccionista de arte que tiene una visión particular de su existencia. Se trata de Walter, encarnado por el veterano de Niels Arestrup, a quien el director concedió el papel protagonista de Diplomacia, su anterior trabajo. Max le pregunta por Rebecca –Nina Hoss-, y decide encontrarla. Es la mujer de su libro, que ahora es una reputada abogada. En ese momento, la interesante propuesta se precipita en el vacío.

Durante apenas seis días, la historia se centra en la recuperación de un amor más de tres lustros después. Rebecca enviudó de su marido y Max tiene una hija fruto de una unión posterior a su ruptura, nunca bien justificada. Ambos regresan a Montauk por una excusa que podría considerarse banal. Los dos buscan explicación a los hechos del pasado y quieren conocer de primera mano si pueden recomenzar donde lo dejaron. Ahora, las frases rimbombantes se quedan en la superficie y vemos con decepción los errores de los personajes. El guion tiende más a no dejar lagunas en la exposición y se obliga con ello a que sus protagonistas se difuminen.

Hay muchas contradicciones en todos ellos. Sin ir más lejos, los celos de Max por culpa de Jonathan –Robert Seeliger-, cuando él vive en Alemania y obligó a Clara a quedarse en Nueva York. Por mucho que ella le declare su amor, el protagonista vuelve a tropezar en la misma piedra, que no es otra que dejar las cosas a medias. Tampoco Rebecca se aclara demasiado en un quiero y no puedo, me apetecer pero dejémoslo estar. En cuanto al surrealista Walter, merecía un tratamiento más amplio, más profundo y con un mejor perfil, ya que es el más sorprendente y novedoso de la función.

Salvo un plano inicial del skyline neoyorquino y los exteriores de su reputada Biblioteca Pública, apenas advertimos la ciudad en la que transcurre la acción salvo por sus referencias. Schlöndorff da preferencia a sus personajes, y estos terminan por abandonarlo, con una Nina Hoss muy alejada de sus roles en filmes como Phoenix o Bárbara. La música, que en ocasiones incluso estorba, se limita a subrayar con suavidad las secuencias de una producción que es mucho más que un telefilm, algo más que una función televisiva de sobremesa para tardes lluviosas, y bastante menos que un trabajo de primer orden

From → Cine

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