Gordon y Paddy (**1/2)

Un robo y un sospechoso

La maestra de preescolar denuncia ante Gordon, el jefe de policía, que alguien ha robado sus bellotas. Naturalmente, el agente de la ley pone en marcha la investigación, pero está mayor y cansado. Esa es la razón por la que nombra como asistente a Paddy, una inquieta ratoncita con gran olfato.

He aquí una producción animada que nos llega desde Suecia, país en el que las aventuras de sus dos protagonistas son muy apreciadas por los más pequeños. Se trata de una serie de libros escritos por Ulf Nilsson e ilustrados por Gitte Spee. La producción y dirección de la versión fílmica ha corrido a cargo de Linda Hambäck, cuyo primer largometraje no ha llegado a nuestras pantallas.

Lo ha conseguido con esta adaptación, pero a que sus personajes no son demasiado populares fuera de los países escandinavos. Sin tener mayores referencias anteriores, parece presentar un universo a caballo entre Winnie The Pooh y los relatos de Beatrix Potter. Se centra en un thriller que engarza con las principales premisas de la tradición popular nórdica del género, donde el villano suele ser un personaje incomprendido y los testigos oculares no aportan pistas suficientemente válidas.

La acción trascurre en una pequeña porción del bosque en la que cada una de las diferentes especies animales, principalmente conejos, mirlos y ardillas tiene su propio cometido. Se ubica en un paisaje nevado durante un invierno especialmente frío. Una familia de ratones previene a sus hijos del zorro. Insisten en que no es alguien en quien se pueda confiar, pese a que gracias a sus malas artes le muestre como alguien cercano.

Encontramos de inmediato a la maestra neurótica de preescolar, una ardilla de nombre Valdemar que denuncia ante el comisario de policía que alguien ha robado sus bellotas. Gordon es un sapo con aires de inteligencia, pero que sus días como agente de la ley parece que llegan a su fin porque se encuentra viejo y cansado. La idea inicial es sospechar del zorro y Gordon hace guardia frente al árbol donde se supone que estaban los frutos para ver si el ladrón vuelve al lugar de sus fechorías.

El invierno hace que se quede atrapado dentro de un bloque de nieve del que no puede escapar. La aparición de una ratoncita elimina el problema. No ha visto nada, no tiene casa ni nombre. El policía determina acogerla por una temporada y, tras bautizarla como Paddy le nombra su asistente. Por tanto, entre ambos continúan la investigación mientras conocemos a nuevos personajes y el círculo se cierra en torno al zorro.

Ante todo, esta propuesta es una historia de amistad, que exalta especialmente los aspectos intergeneracionales. Lo más destacable a nuestro juicio, en esta producción dedicada especialmente a los más pequeños, tiene que ver con los juicios de valor expresados de forma temeraria. Hay que estar seguro de lo que uno dice o acusa porque puede levantar falsos testimonios siempre desafortunados. La amabilidad debe constituir uno de los ingredientes principales de nuestra existencia. A la verdad se llega a través de la observación y nunca desde los prejuicios.

La puesta en escena es bastante artesanal, huyendo de las aportaciones CGI que constituyen la base de las producciones del género desde hace unos años. En este caso, los escenarios son fijos y sobre ellos se mueven los personajes en un comprometido ejercicio de superposiciones. Parecen páginas de un libro en el que, al abrirlas, surgieran los correspondientes pop-ups que apoyan la historia. Los dibujos siguen la línea original de la ilustradora holandesa Gitte Spee, coloreando sus personajes y fondos que, inicialmente, fueron creados a lápiz.

Los más pequeños se entretendrán con las pesquisas de Gordon y Paddy, puesto que ese es el arco de edad al que va dirigido el filme. Sus incursiones humorísticas permitirán a los mayores poco más de una hora de asueto, pero tienen que entender que tanto los gráficos como el relato son deliberadamente poco complicados a tenor del tipo de espectadores que persigue. El balance en general es positivo. Pack Màgic, aplicada en el cine infantil, presenta unos personajes a descubrir por el público español que vivieron su puesta de largo en el celuloide durante La Berlinale del año pasado.