La banda (**1/2)

Lo que haces

Edu regresa a la Comunidad Valenciana desde Londres coincidiendo con la boda de su hermano. Se reencuentra con Alicia, la chica por la que siempre ha suspirado, pero que es la novia de su mejor amigo. Ambos jóvenes, junto a otros dos incondicionales forman parte de una banda de música.

El cine español sigue descentralizándose. Ahora le toca el turno a la Comunidad Valencia, de donde es originario Roberto Bueso, director debutante, así como la mayoría de los actores que componen el elenco. Rodada en valenciano salvo en los diálogos en los que participa Charlotte Vea, quien interpreta a Alicia y aporta una frescura que es de agradecer en el desarrollo de este filme, que comienza con el regreso a casa de Edu -Gonzalo Fernández-, que aspira a convertirse en músico profesional en Inglaterra.

Su vuelta coincide con los preparativos de la boda de su hermano mayor, de quien se ha sentido alejado durante años. Que ahora le propone pasar más tiempo juntos. Edu es un personaje callado e introspectivo. No transmite emociones salvo cuando se encuentra a su mejor amigo, que ahora se encarga de un estudio de grabación y es el novio de Alicia, la muchacha por la que Edu ha tenido interés desde pequeño, aunque nunca se lo ha confesado abiertamente.

A ellos hay que unir otros dos componentes de la banda en la que han tocado desde años atrás. Ximo y Cabolo aportan una nota de distensión en el drama que propone Roberto Bueso. Edu, al que a veces dan ganas de propinarle una buena bofetada para que espabile, es el epicentro. Tanto en la relación con sus padres, su hermano, sus amigos y con Alicia. Como quiera que la chica y su novio pasan por momentos bajos, es el protagonista quien la acompaña en un par de gestiones fortaleciendo todavía más la unión que han mantenido desde niños.

Para el personaje central, la mayoría de las cosas no pasan porque vengan dadas y sí por lo que haces. Le llega el momento de tomar decisiones por mucho que hasta ahora no se hubiera implicado. Ni siquiera para ser músico profesional con su clarinete a cuestas. Siempre pensó que no daba la talla pese a la opinión contraria de sus amigos. El compromiso no ha ido acorde con su personalidad, pero esta vez no le queda más remedio que implicarse. Su resolución final, en una de las mejores secuencias de la película, encaja perfectamente con el desarrollo anterior.

La puesta en escena cumple con nota, al tiempo que Bueso retrata con mimo varios escenarios de su Valencia natal. Desde una pequeña localidad, próxima a Alzira, hasta el paisaje que lleva a la capital y La Albufera, donde obtiene los mejores pasajes en colaboración con Víctor Entrecanales, director de fotografía. La interpretación es destacable por cuanto hablamos de actores prácticamente noveles. Gonzalo Fernández compone con éxito un personaje frío y distante, mostrándose en la distancia como un reflejo del Lee Chandler de Manchester frente al mar. Está bien secundado por otros debutantes: Pepo Llopis, Xavi Giner y Hugo Rubert.

Aunque asemejen un oasis dentro del drama personal, que en ningún momento llega a la tragedia, los intentos de comedia no rayan a la misma altura. Se agradecen, no obstante, si bien podrían haber tenido un mayor nivel. La serenata en la que los cuatro amigos se confunden de vivienda es el momento más notable en este apartado. Parece más una gamberrada de adolescentes porque, al fin y al cabo, Edu regresa a casa, a sus orígenes. Se reencuentra con lo que fue su mundo y eso despierta en él sensaciones prácticamente olvidadas con las que ahora pretende disfrutar.