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Sound of Metal (****)

28 abril 2021
Sound of Metal

El poder de oír

Narra la historia de un joven batería de una banda de música que comienza a perder la audición. Tras salir de la droga se encuentra con el nuevo y grave problema. Su chica, la cantante del grupo, le insta a que acuda una especie de refugio para adaptarse a su nueva realidad.

Esta ópera prima de Darius Marder ha conseguido para Amazon Studios un hito importante. Es la primera vez que una de sus películas, estrenada directamente en su plataforma, consigue seis nominaciones al Oscar y se alza con dos estatuillas doradas. Bien es verdad que ha conseguido galardones técnicos, sonido y montaje, pero también aspiraban al triunfo sus dos actores principales, el guion original y el propio largometraje. Todo un hito para un debutante con una producción independiente.

Con ese título, la sinopsis y la primera secuencia, estaríamos ante una propuesta musical con epicentro en el heavy metal. Ha sucedido lo contrario, ya que se convierte de inmediato en un drama que va rozando subgéneros hasta navegar por una línea muy personal que no le permite caer en ningún estereotipo. Se acompaña del reto de una superación personal, de una historia de amor y no se queda atrás en cuanto a normativas y convicciones, así como la camaradería y la buena voluntad.

Nos ocupamos de Ruben Stone, el batería de una banda de rock duro llamada Blackgammon. Junto a su pareja, la vocalista, Lou -Olivia Coke-, recorre el país en su caravana dando conciertos hasta que un día, el músico advierte que pierde audición. Un médico certifica que ha perdido el 24 por ciento en uno de sus oídos y el 26 por ciento en el otro. Quiere seguir adelante con su actividad, pero es la propia Lou quien le aconseja que acuda a una especie de refugio en el que Joe -Paul Raci- se ocupa de personas en un estado similar.

Ella teme que a raíz de su discapacidad vuelva a caer en la drogadicción después de haber estado limpio los últimos cuatro años. Gracias a Diane -Lauren Ridloff-, una maestra, aprende el lenguaje de los signos y denota una compenetración especial con los alumnos. Tanta, que Paul le ofrece un puesto de trabajo junto a él. Sin embargo, el protagonista sueña con una operación que pueda devolverle su capacidad de audición. Cuando lo consigue, deberá acostumbrarse a ese sonido metálico que produce la placa insertada en su cabeza.

Su percepción auditiva es una mera ilusión técnica que le presenta serios problemas cuando hay mucho ruido ambiental. Parece que nada puede con su deseo de recuperar a Lou y volver a la carretera. Razón por la que se presenta en casa del padre de la cantante, un hombre adinerado llamado Richard Berger -Mathieu Amalric-, que tuvo serias discrepancias con su hija a raíz del divorcio.

La utilización que Darius Marder hace del sonido es brutal. Pocas veces hemos visto en una película como ese apartado toma carta de naturaleza hasta convertirse en un protagonista más. La venezolana Carolina Santana, junto a los mexicanos Carlos Cortés, Michelle Couttolenc, y Jaime Baksh han hecho un trabajo espectacular.

Junto a él destaca el trabajo de Riz Ahmed dando vida al personaje central. Había dado muestras de su talento en cintas de acción y había dejado su sello en títulos como Vernon. No creo que se le esperase en un papel dramático de estas características, y si se hubiera llevado el Oscar en perjuicio de Anthony Hopkins no hubiera sido ninguna sorpresa. Un agradable descubrimiento que le debe proporcionar futuros papeles protagonistas. En principio, se había pensado en Matthias Schoenaerts y Dakota Johnson. Creo que hemos salido ganando.

From → Cine

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