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Macbeth (The Tragedy of Macbeth (****)

13 enero 2022
Macbeth

Un noble escocés es convencido por unas brujas de que se convertirá en el futuro rey de su país. Adaptación de la obra homónima de William Shakespeare.

A estas alturas el texto escrito por William Shakespeare tiene que ser de sobras conocido a no ser que nos hayamos criado en una burbuja. Nada que añadir, por tanto, a las múltiples representaciones teatrales o a las adaptaciones cinematográficas, aunque entre las más relevantes algunas daten de hace casi ochenta años con Orson Welles a la cabeza del reparto. En esta ocasión, la obra ha pasado por el tamiz de Joel Coen y el resultado es, cuando menos, altamente positivo.

Hay diversas variaciones en este trabajo. La primera es su duración, prácticamente la mitad del original. Para ello, se ha despojado de ciertas aseveraciones redundantes en la trama y ha exprimido los diálogos para quedarse con la parte más sustancial. De seguido encontramos otra novedad, como es la presencia de actores afroamericanos representando diversos papeles; entre ellos, el del mismo protagonista, Macbeth. El matrimonio en el que se centra la acción es sensiblemente mayor al imaginado por el bardo de Stafford, lo que le permite a Denzel Washington completar con éxito un papel que figura entre los mejores de su carrera.

No solamente él. También destaca Frances McDormand como la esposa ambiciosa y manipuladora. Pero quien se lleva la palma es Kathryn Hunter en el rol de la bruja que le anuncia al personaje central que se convertirá en rey de Escocia. De igual forma, avanza que su amigo Banquo -Bertie Carvel- se erigirá en el origen de una dinastía, aunque él nunca ascenderá al trono. La profecía marcará el devenir de los acontecimientos, narrados en formato cuadrado y en blanco y negro.

La omnipresente niebla aproxima esta tragedia al thriller y a las características de un film noir. La puesta en escena, aun con ciertos defectos de montaje al inicio, es descarnada. Funde Joel Coen lo tradicional con lo moderno y si el vestuario y el ambiente recuerdan a la Edad Media, la decoración se sitúa mucho próxima a la época actual que no a la del siglo XI. Los castillos que sirven de marco parecen derivados de un discípulo de Bofill y no de los canteros de la época.

Con todo ello, hay hallazgos de primer orden, como el duelo final y la ascensión del bosque de Birnam hacia Dusinane. En un sendero estrecho, la propuesta es brillante. Como lo es el momento en que Macbeth ve el reflejo en un estaque de la nueva profecía. Momentos trascendentes y resueltos con genialidad. Remarcados en ocasiones por la intimista partitura de Carter Burwell. No estamos tan de acuerdo de que se funda el sonido con las notas musicales redoblando la onomatopeya. Más a favor, la espléndida fotografía de Bruno Delbonell, complicada al máximo por la excesiva niebla.

De esta forma, la tragedia en cinco actos muestra en esta versión una síntesis plausible. Está salpicada de momentos memorables, aunque el conjunto pueda chirriar un poco por esa fusión de lo antiguo descarnado y lo nuevo simplificado. No parece, en muchos aspectos, una obra que siga los pasos de la filmografía de Joel Coen. En este caso, se acerca más a los maestros clásicos del norte de Europa, como Dreyer y Bergman. En realidad, esta producción de Apple TV parece extraída de un catálogo antiguo y, sin embargo, emerge casi como futurista.

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