Mali Twist (Twist à Bamako) (6/10)

Malí durante los años 60. Los jóvenes de Bamako bailan el twist recién importado de Occidente y sueñan con el cambio político. Samba, un joven socialista, se enamora de Lara durante una de sus misiones en la selva. Para escapar de un matrimonio forzoso, ella huye en secreto con él a la ciudad.

Malí acaba de proclamarse independiente después de haber sido colonia francesa. La juventud mira hacia Occidente. Surgen salas de fiestas donde se baila el twist y el rock. Los chicos visten pantalones ajustados con pata de elefante y las chicas faldas por encima de las rodillas. El nuevo Gobierno mira hacia el socialismo y el joven Samba Touré -Stéphane Bak- es un jefe de equipo que propaga sus ideales por la selva y las zonas rurales. Está protegido por los afines al presidente Modibo Keita y es el primogénito de un reputado hombre de negocios.

Abusando de un entorno colorista y casi idílico, el francés Robert Guédiguian, cuyas películas son siempre interesantes aunque ninguna llegue al notable alto, nos presenta de inicio la situación del país. Parece existir una esperanza común en el nuevo estatus si bien la mayoría comprende que hay mucho por subsanar. Los más optimistas desean que el cambio se produzca ya, mientras que los más pesimistas hablan de siglos. Hay una serie de costumbres arraigadas muy difícil de combatir, especialmente en las zonas más desfavorecidas.

Amor y matrimonio concertado

La deriva de Modibo Keita hacia el partido único y una represión mayúscula cuando los malienses se manifestaron a favor del franco francés en detrimento de la nueva moneda, desembocaron en un escarmiento exagerado. Los comerciantes se quejaban de que se habían puesto un alto límite a las exportaciones y los poseedores de tierras vieron como eran prácticamente confiscadas por la Administración en aras de un régimen comunista.

Quien lo vivió en sus propias carnes fue Samba Touré, quien en una de sus misiones conoció a Lara -Alice da Luz-, una joven despierta e ingeniosa que, para escapar de un matrimonio concertado, huyó en secreto con él a la capital para terminar enamorándose. La familia de ella, debido a la deshonra que suponía su actitud, fueron en su busca para que las aguas volvieran a su cauce. Las nuevas leyes deberían terminar con los enlaces forzosos, pero esa era una de las muchas cuestiones aparcadas en aras de una gobernanza política muy definida e intransigente.

Regreso a los orígenes

Con unas creencias arraigadas referentes a las igualdades sociales, Samba lleva sus dogmas al límite hasta que ve como a su alrededor todo se derrumba. El Gobierno cierra las salas en las que se baila la música occidental y ese incipiente American graffiti del centro de África queda cortado de raíz. Su hermano menor, Badian -Bakary Diombera- sufre vejaciones por parte de los reaccionarios quienes, además, denuncian al propio Samba y a su padre. Le acusan de ser uno de los promotores de las revueltas contra el presidente y no le va mejor a sus tres esposas.

Asimismo, sufre sinsabores inesperados desde el momento en que le aconsejan que abandone su relación con Lara y no se le permite, como los demás, abrazarse a modas foráneas. Muchos frentes abiertos que giran en torno a la relación amorosa. Guédiguian aboga por la desilusión de su protagonista, por el romance, y carga contra el socialismo que se aprovecha del pueblo. Convierte una propuesta postcolonial en un folletín de más de dos horas que atraviesa momentos valle porque prima las calamidades del amor por encima de las sociales y políticas.

Fecha de estreno en España: 8 de julio de 1922 (125 minutos).