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Men (6,1/10)

21 julio 2022
Men

Tras sufrir una tragedia personal, una mujer se retira sola a la hermosa campiña inglesa, con la esperanza de haber encontrado el lugar ideal para curarse. Pero algo o alguien parece estar acechándola. Lo que comienza como un pavor latente terminará convirtiéndose en una pesadilla habitada por sus recuerdos y miedos más oscuros.

De nuevo, Alex Garland, el creador de Ex Machina y la productora A24 se han vuelto a unir para presentarnos un film en el que el género fantástico se impone al de terror. Como es norma del autor, el inicio se desarrolla en un entorno verde e idílico para ir transformándose en una amenaza. Con prácticamente un único personaje femenino, la cinta se nutre de metáforas para hablarnos de los temores más primigenios de las mujeres. Especialmente, todos aquellos que se relacionan con los hombres en numerosas variantes.

Harper -Jessie Buckley- acaba de sufrir una tragedia personal y se va en busca de tranquilidad a la campiña británica. La mansión que le alquila Geoffrey -Rory Kinnear- es demasiado grande, pero no le importa. Además, luego se convertirá en un mínimo refugio sin apenas un lugar donde esconderse. Mediante flashbacks, en un tono anaranjado, color no elegido precisamente al azar, conocemos detalles del revés sufrido por la protagonista. Se comunica a través de las redes con su amiga Riley -Gayle Rankin- y se queda a merced del entorno.

Miedo ancestral

Siente que hay algo acechándola. El miedo inicial, que casi se puede oler, deriva en pesadilla. Los hombres parecen escudriñar sus actos y están dispuestos a abalanzarse sobre ella. Ya sea el vicario, que intenta acariciarla sin permiso, un niño que le propone jugar al escondite, los dos clientes del pub del pueblo o, sobre todo, un hombre desnudo con muestras del bosque diseminadas por su piel. A ellos hay que añadir Geoffrey y celebrar la presencia de Rory Kinnear, quien se encarga de todos los personajes, solo con maquillaje o recurriendo al CGI.

Hasta ese momento, la atmósfera nos envuelve a pesar de un montaje discutible y de unos saltos de eje casi todos innecesarios. La presencia de Harper en un túnel, donde parece gritar para demostrarse a sí misma que no está sola se eleva por encima de la puesta en escena. Poco a poco, surgen los miedos primigenios, connaturales a cualquier ser humano en mayor o menos medida. Los recuerdos favorecen su aparición y los hombres rodean al personaje central, la atemorizan y hasta pretenden reducirla al más mínimo tamaño.

Tal afirmación es una metáfora, como las que a partir de ese momento dominan la pantalla. La deriva de Garland me recuerda al Aronofsky de Mother!. En este caso, se nos antoja hasta más críptica. La línea argumental es complicada entonces, y más bien creemos que su responsable pretende que se verbalicen discusiones al término de la exhibición más que una comprensión lisa y llana durante la misma. La violencia masculina aflora a primer plano, mientras se aprovechan los recursos que ofrece el género, aunque sea retorciéndolos o distorsionándolos.

Fecha de estreno: 22 de julio de 2022 (100 minutos).

From → Cine

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