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Kiki, el amor se hace (***)

30 marzo 2016

Un caluroso verano en Madrid se interrelaciona con cinco historias relativas a filias sexuales. No son las más frecuentes pero sí lo suficientemente importantes. Tanto, que la moraleja de la película es que cualquier relación de pareja no tendrá fecha de caducidad si uno acepta y comprende las manías o inclinaciones del otro.

El tercer largometraje de Paco León como director significa su primera película de encargo. Tras las dos incursiones con su madre como protagonista, aceptó ponerse al frente de un proyecto basado en una cinta australiana producida en 2014. En ella, sus personajes treintañeros conforman una serie de parejas en la que alguno de sus componentes posee una extraña fantasía. La adaptación de Paco león y el coguionista Fernando Pérez se aparta del original, busca nuevos caminos en el asunto de las relaciones de pareja y parece obviar en todo momento la película en la que se basa, la cual no tuvo un estreno comercial en España. También pasa por alto ese momento posterior al orgasmo, conocido como la petit mort, o pequeña muerte, que da título a la producción de las antípodas.

De entrada, una pareja intenta encontrar una fórmula ante un especialista para recuperar sensaciones. El doctor les dice que es algo normal, que ocurre después de cierto tiempo de convivencia. La solución es aceptarse como cada uno es, tener comprensión y, de esta forma, la unión se desprenderá de una posible fecha de caducidad. Un postulado interesante, desarrollado con gracias y favorecido por el calor reinante en el estío madrileño. La filias, definidas por un cierto sector como aberraciones, son en este caso diferentes y hasta resultan novedosas por su planeamiento, aunque ya habíamos visto en la pantalla algunas situaciones semejantes. Desde los tríos, pasando por un masoquismo light, hasta la mujer que se excita cuando un desconocido le asalta para forzarla.

Dacrifilia, slifilia, somnofilia y harpaxofilia son los cuatro puntales de esta comedia en la que Paco León, que se reserva uno de sus personajes, ha reunido un elenco atractivo y eficiente en el que nos encontramos, entre otros, a Álex García, Natalia de Molina, Belén Cuesta, Luis Callejo, Candela Peña, Luis Bermejo, Alexandra Jiménez y David Mora. No sucede, como en otras propuestas corales, que las cinco parejas lleguen a interrelacionarse entre sí. Bien es cierto que llegan a coincidir, pero no a entremezclarse o a depender unos de otros. Simplemente, su encuentro es una casualidad fortuita que no interfiere en el desarrollo de la acción.

El tráiler de este largometraje parece que nos conduce a una sexualidad abierta y bastante descriptiva. Lejos de la realidad, porque la cinta nunca cae en lo obsceno, aunque se le aproxima en determinados momentos. Se queda siempre en puntos en los que siempre hay retorno lo que, unido a un guion inspirado y a una situaciones cómicas ciertamente interesantes, hacen de esta película un divertimento que prácticamente no decae a lo largo de su desarrollo. No hay furor uterino ni necesidades acuciantes de sexo a todas horas. Simplemente, se trata de poner sobre la mesa inclinaciones que favorecen el éxtasis y consiguen elevadas satisfacciones.

Si la exposición es atractiva, no lo es menos la moraleja. La historia se reafirma en que si nos desposeemos de nuestros tabúes y nuestra pareja los acepta, la convivencia será mucho más estable y placentera. Todo ello gracias a unos diálogos veraces y a una exposición sin ambages, que podía haberse mejorado en el apartado técnico pero que está destinada a convertirse en una sorpresa de la taquilla española en esta primavera. Sin más pretensiones que entretener, cumple con creces su objetivo.

From → Cine

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