X-Men: Apocalipsis (X-Men: Apocalypse) (**)

Apocalipsis, el mutante primigenio, es revivido. Su intención es erradicar a los humanos de la faz de la Tierra para que sea gobernada por él y los suyos el resto de la eternidad. Para ello, reclutará a cuatro poderosos mutantes y perseguirá el don que posee el profesor Xavier. los X-Men deberán renacer para proteger al mundo y a los humanos.

Por Juan Pedro de Frutos

La nueva entrega de la franquicia de los patrulleros mutantes a cargo de Bryan Singer (X-Men: días del futuro pasado), es un punto y aparte en la misma. El cineasta ya ha expuesto su idea de no dirigir más entregas de los X-Men, y su fuga coincide con la marcha de buena parte del elenco, como la oscarizada Jennifer Lawrence, Michael Fassbender y James McAvoy. Final más que digno a su participación con los superhéroes de Marvel en la que nos deja más acierto que traspiés, en especial con esta cinta, que recoge tanto la esencia de su mensaje como el de la franquicia, logrando un producto redondo, dinámico y que gana cuando se visiona en 3D debido a la gran cantidad de efectos durante las casi dos horas y media de metraje.

Tras los acontecimientos de Washington, que dieron a conocer al mundo la existencia de los mutantes, Magneto -Michael Fassbender- se escondió en Europa y formó una nueva familia al tiempo que lo X-Men se disolvieron. Mientras tanto, un antiguo culto egipcio revivió a un hombre considerado el mismísimo Ra en vida, enterrado bajo El Cairo tras una sublevación de sus súbditos. Para desgracia de la humanidad, este hombre asociado con lo divino no es más que Apocalipsis -Oscar Isaac-, el primer mutante de la historia y cuyo objeto es hacer honor a su nombre. A su inmenso poder, incomparable a cualquier otro mutante, se le adhiere la capacidad de absorber otras atribuciones, por lo que está interesado en las habilidades del profesor Charles Xavier -James McAvoy- para abrir las puertas de la omnisciencia y doblegar al mundo a sus pies junto a sus cuatro jinetes: Ángel -Ben Hardy-,  Psylocke -Olivia Munn-, Tormenta -Alexandra Shipp- y el propio Magneto.

Para detenerlos, los X-Men restantes, Bestia -Nicholas Hoult- y Mística -Jennifer Lawrence- deberán agruparse con unos jóvenes prodigios: Cíclope -Tye Sheridan-, Fénix -Sophie Turner-. Quicksilver -Evan Peters- y Rondador Nocturno -Kodi Smit-McPhee-. Todos ellos coinciden en la Academia con Fénix a raíz de diversos sucesos acaecidos en sus respectivas historias, lo que les lleva a fraguar una intensa amistad. Gracias a ello y a una escapada, acabarán uniéndose a los remanentes de los X-Men originales en la lucha contra Apocalipsis. Lástima que no veremos a Lobezno hacer equipo con los protagonistas, pues el cameo de Hugh Jackman sirve más como explicación y puente de la cinta sobre sus orígenes, lo que origina que todas las cintas de los patrulleros mutantes hayan quedado conectadas.

El guion de la cinta, a cargo de Simon Kinberg, Dan Harris, Michael Dougherty y el propio Singer, no es el más denso y el de mayor calado de la franquicia, pero no desmerece en absoluto el resultado final. El resultado es un producto muy dinámico y con decenas de guiños a la serie animada y a los cómics de los 80’s y 90’s. Lo peor del metraje quizá sea el conflicto moral de Mística, que no llega a tener el impacto deseado, y la relación entre el profesor Xavier y Rose Byrne -Moira MacTaggert-, su ex de la CIA, que es como una pequeña barca destartalada en la tormenta de acción que inunda la cinta. Es en este aspecto, y en los efectos especiales, lo que destaca sobremanera en la película.

Hay grandes dosis de escaramuzas en las que todos los mutantes tienen su momento de gloria para deleite de los fans, y momentos inolvidables como la gran aparición de Quicksilver en la residencia. Esta escena está muy por encima de lo visto en la precuela, por lo que sin duda mereció los tres meses de rodaje que le llevó al equipo. Pero por si eso fuera poco en una película llena de efectos 3D y muy disfrutable para los acérrimos a los superhéroes y a los que no, lo más impactante llega con el propio Apocalipsis. En lo personal, no recuerdo haber visto tal devastación de la tierra en forma de cataclismos simultáneos en el cine.