One Piece Gold (One Piece Film Gold (***)

Por Juan Pedro de Frutos
Luffy y sus camaradas desembarcan en Gran Tesoro con el objeto de experimentar la diversión del país-barco más grande del mundo. Lo que no se imaginan es que su fama les obligará a luchar por sus vidas en plena racha de victorias para poder continuar su aventura por el Nuevo Mundo, la segunda mitad del Grand Line.
Hiroaki Miyamoto debuta como director con One Piece Film Gold (cuyo guion pertenece a Tsutomu Kuroiwa). La decimotercera película de la saga homónima creada por Eiichiro Oda –implicado en el guion de ésta– y la segunda desde que manga y anime llegaran al ecuador de la historia. O lo que es lo mismo, al Nuevo Mundo. La longevidad de las aventuras de Luffy (Jaime Roca) y sus amigos no es cuestión de suerte o flor de un día, pues al igual que Gildo Tesoro, el enemigo de esta cinta, convierten en oro todo lo que tocan. Record Guinness de ventas incluido. Quizá ese sea el punto débil de la película en nuestro país, pues mucho se ha avanzado desde Enies Lobby hasta el enfrentamiento entre Luffy y Doflamingo en Dressrosa, sólo al alcance de aquellos acérrimos que siguen el mango o el anime por Internet.
La película comienza dónde nos dejaba el especial de televisión Heart of Gold, en Gran Tesoro. Tras una grandilocuente introducción, de esencia japonesa; pero de espíritu propio de Las Vegas –el espectáculo de Treasure Island–, nuestros protagonistas son trasladados hasta el corazón del país-barco a lo largo de sus diez kilómetros de eslora. Espacio dónde dragones celestiales, marines y piratas conviven en singular armonía.
Gracias a su notoriedad, la banda de los sombrero de paja son tratados como clientes VIP y se les invita a participar en todo lo que gusten apostando dinero prestado por la casa. Desde una carrera al más puro estilo autos locos, hasta los archiconocidos juegos de salón: ruleta, blackjack y tragaperras llevarán al límite la característica buena suerte de los Sombrero de Paja. Debido a esto, Gildo Tesoro decide tentar la fortuna de su capitán para tenderle una trampa, atrapar a Zoro y hacer que la tripulación al completo trabaje para él como esclavos. Siempre y cuando no compensen en veinticuatro horas toda su deuda con él.
A partir de aquí, la aventura da un giro radical y nos adentramos en la versión animada y de piratas de Ocean’s Eleven; pero sin perder ese humor tan hilarante como absurdo que caracteriza a One Piece. No en vano, Oda ha sabido recoger como nadie el testigo de Akira Toriyama, pero prestando más importancia al contenido que a los puñetazos. De éstos nos vamos a quedar con ganas, pues hay menos de los esperados, por lo que dejan a la cinta sin esa gran traca final con la que suelen contar el resto de películas de la franquicia. De esta manera se ahorran la guinda del enorme pastel que es One Piece Film Gold, cuya trama y desarrollo es de largo lo mejor en la gran pantalla de la creación de Oda. Y ante la pregunta de si ¿Film Gold es disfrutable para los no tan seguidores del manga? La respuesta es sí, pero habrá pequeñas referencias que no se terminen de comprender. Deslucimiento al gran trabajo del mangaka, obseso por los detalles, minucioso en el trasfondo de los personajes y que siempre busca inspiración en la literatura universal y en la historia para sus creaciones.
One piece ha evolucionado pero sin dejar de ser fiel a sí mismo, y Film Gold es una prueba fehaciente. Ya no estamos ante esas cintas para los más pequeños de la casa. Sus seguidores han crecido desde aquel primer Romance Down y Oda con ellos. Temas como la esclavitud, el resentimiento, la traición, la extorsión o el asesinato a sangre fría no se camuflan tanto como en sus inicios. Esa madurez y tonalidades grises propias de un Shounen hecho y derecho son los que acompañan a los valores perennes de la amistad, el esfuerzo y la libertad presentes en One Piece. Si Film Z nos dio las primeras pinceladas, Film Gold las acabó por reforzar. Algo que se extiende hasta la propia animación, dando un salto cualitativo y ganando por mucho a la criticada en la serie animada por Toei Animation –también responsable del presente film–. Sin duda, un cúmulo de bonanzas que hará las delicias de los seguidores del próximo Rey de los Piratas.
En cuanto a la versión española, no podemos cerrar la crítica sin hablar del doblaje. Y es que éste ha cambiado. Como ya ocurriera con Bola de Dragón, ahora las adaptaciones de las caricaturas japonesas se mantienen mucho más fieles a la versión original. Por eso dejaremos de escuchar aquella permisiva licencia en los estiramientos de Luffy, entre otros muchos ejemplos, para sentirnos más cerca de la creación original de Eiichiro Oda. Si bien es cierto, estas “mejoras” acarrean su parte negativa, y es que el elenco de personajes que no poseían su voz característica, ostentan un doblaje muy superior. De esta manera, escuchar a un reaparecido Rob Lucci, Sabo, Guildo Tesoro, o al mismo Akainu genera unos contrastes excesivos; especialmente en el caso de José Luis Bernal en boca del rey Midas de One Piece.
Seas fan o busques disfrutar en familia, One Piece Film Gold es una buena alternativa, llena de humor, aventura y valores en el avanzado viaje de Luffy D. Monkey por convertirse en el Rey de los Piratas.