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Guerrera (Sangre y honor) (Kriegerin -Combat Girls-) (**)

20 noviembre 2016

En una pequeña localidad de Alemania del Este, Marisa pertenece a un grupo neonazi. Se muestra violenta, y manifiesta constantemente su odio hacia los extranjeros, los políticos y la policía. Mientras, una chiquilla de familia acomodada empieza a tener contacto con ella y sus correligionarios hasta quedar subyugada.

Alemania sigue auto flagelándose por el nazismo y sus consecuencias. O compadeciéndose. Hay de todo. Los rescoldos de aquella época de terror todavía no se han apagado y los grupos neonazis incluso proliferan. Si nos atenemos a la ópera prima de David Whendt, responsable de Ha vuelto -2015-, la causa por las que aparecen estos individuos son variadas. En ocasiones por influencias familiares; otras, se debe a una reacción prácticamente antisistema; e incluso, hay que quien se deja llevar por el ambiente de exceso.

Marisa –Alina Levshin- pertenece a uno de esos grupos. Influida contra los judíos por su abuelo, trabaja junto a su madre como cajera en un supermercado. Es la novia de Sandro –Gerdy Zint-, con quien comparte cama, consumo de alcohol y actos violentos. No soportan a los extranjeros, golpean a la gente simplemente porque les miran o se cruzan en su camino. Exhiben con orgullo sus tatuajes llenos de símbolos nazis, e incluso Marisa quiere que el próximo grabado de su piel sea el rostro de Adolf Hitler. Tras propinar una paliza sin venir a cuento en un transporte público, la policía se lleva a Sandro a la cárcel.

Paralelamente, Svenja –Jella Haase-, es una adolescente de quince años que saca muy buenas notas, pero que no sabe nada acerca de Hitler. Está constantemente vigilada por su padrastro, lo que le lleva a cometer excesos a escondidas hasta que conoce a Markus –Lukas Steltner-, un jardinero con el que tiene acceso al grupo de Marisa y queda fascinada por él. Máxime, cuando ya han entrado en contacto con un grupo de contrabandistas  y la espiral de sexo, violencia y alcohol va en aumento. Así, hasta que aparecen dos hermanos que proceden de Afganistán, Rasul –Sayed Ahmad- y Jamil –Najebullah Ahmadi-, quienes proporcionan un giro a los acontecimientos.

Rodada en 2011 y estrenada un año después en su país de origen, Alemania, no puede desprenderse de la evocación que, al ver sus imágenes, se desprende de American History X -1998-. Pero la cinta de Tony Kaye se convirtió prácticamente en una película de culto y la de Whendt se queda casi en la indiferencia. Existen motivos lógicos para ello y están más que justificados cuando se ve la película, en la que apenas hay trasfondo ni profundidad en su contenido. El cineasta germano no busca motivos ni consecuencias. Se dedica a plasmar los hechos, apoyándose en dos buenas interpretaciones femeninas, sin ir mucho más allá.

Los motivos que inducen a las protagonistas a su comportamiento agresivo o a unirse a estos grupos violentos apenas van más allá de la postura antijudía inculcada por un familiar o una reacción en el seno familiar. En ambos casos, también, está presente el efecto hormonal y la relación que ambas poseen con sus respetivas parejas. Marisa siente que las razones de que Markus se encuentre entre rejas la tiene únicamente la policía. En el caso de Svenja, el descubrimiento de un muchacho atractivo le induce, casi de repente, a malas compañías y peores actos.

En la propuesta no se indaga en más motivos ni en los comportamientos. La anécdota prima sobre unas conductas delictivas en los que se debiera indagar y que constituyen la gran diferencia  en su contra respecto a la cinta protagonizada por Edward Norton. Ni siquiera la purificación tiene argumentos convincentes. Máxime, cuando Rasul es el elemento decisivo, un inmigrante que, en condiciones normales, sería el objetivo de una paliza descomunal.  Todo transcurre a ritmo lento, a través de un relato que parece paladear las situaciones. Sin embargo, hace falta algo más para creernos la transformación de las dos muchachas, especialmente de Marisa. El contenido da sensación de endeblez porque las justificaciones no encuentran motivos sólidos y el horror y la violencia parecen más gratuitos que nunca.

From → Cine

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