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Una noche fuera de control (Rough Night) (*)

21 julio 2017

Jess convoca a sus mejores amigas de primer año de Universidad a su despedida de soltera en una casa en la playa. Pocas horas después un stripper fallece en el salón después de golpearse accidentalmente en la cabeza.  El incidente puede costarles a las chicas quince años de reclusión, pero no les pasaría nada si el cuerpo jamás apareciese.

Esta propuesta está calificada como una comedia negra. De lo primero, poco; de lo según, algo menis. Este debut de Lucia Aniello en la pantalla grande, ejerciendo también como guionista, está lleno de tópicos que tienen lugar durante una despedida de soltera. Incluso, se queda a medio camino de una sensualidad que nunca llega si exceptuamos los pantalones cortos de sus protagonistas y de un beso lésbico casi robado en una de las secuencias más prometedoras que, como el resto, se queda poco menos que en tierra de nadie.

En este tipo de películas intrascendentes, que se abrazan a la comedia más o menos zafia, habíamos visto, por ejemplo, a Cameron Diaz, pero no esperábamos que Scarlett Johansson se dejara llevar por un argumento tan inocuo que puede competir sin decoro, pese a su rentabilidad en taquilla, como una de las comedias menos atrevidas del año. Es posible que James Franco y sus amigos puedan reírse a carcajadas viendo la versión light de sus correrías. Una producción que, pese a estar escrita, dirigida y protagonizada por mujeres, ni siquiera es lo feminista que debiera.

Jess –Johansson- convoca a sus tres mejores amigas del primer curso de la Universidad, escena retrospectiva incluida. Un clásico. Pretende que la acompañen en su despedida de soltera que se rematará en una casa a orillas de la playa. Allí acuden desde diversos lugares Alice –Jillian Bell-, Fankie –Ilana Glazer- y Blair -Zoë Kravitz-. Además, les acompañará Pippa –Kate McKinnon-, que se hizo amiga de la protagonista durante el semestre que pasó en Australia. Para ofrecer una idea de liberación, Frankie y Blair son lesbianas, mientras que para abultar la historia, existen diversos claroscuros en las relaciones entre las amigas que se pasan demasiado por alto o tienen una importancia pasajera.

Las mujeres aparecen más liberadas que los hombres. Se van de copas mientras ellos, liderados por Peter -Paul W. Downs-, el futuro marido, parecen tomarse muy en serio la cata de vinos a la que acuden antes de aburrirse soberanamente en su reunión de hombres. Pero las libertades de ellas no van más allá. De regreso a casa, tras haber sido contratado un stripper, el hombre que llama a la puerta se acerca a Jess y ésta lo rehúye antes de que Alice le estreche el cerco y se golpee la cabeza contra un mueble falleciendo en el acto.

Homicidio involuntario. Sí, pero solo aparentemente, ya que las chicas han movido el cadáver y han borrado sin querer algunas pruebas. La condena puede llegar hasta los quince años y ninguna de ellas, desde la maestra a la que acaba de burlar la condicional acudiendo a la fiesta, no parece en condición de cumplirla. Un tío de Blair, abogado, también les dice que si no hay cuerpo, no hay delito. Es conveniente que desaparezca la evidencia cuanto antes, pero eso acarrea problemas ya que todo se vuelve en su contra. En este aspecto, Este muerto está muy vivo, otra comedia intrascendente, le daba cien vueltas.

Mientras Peter decide abandonar a sus amigos y viajar en coche hasta Florida ante las dudas que tiene con respecto a la boda tras el comportamiento errático de Jess, los tópicos se enseñorean de una historia filmada con oficio pero de escaso interés general. La aparición de otros hombres en la escena del crimen podrían desencadenar un vodevil donde la risa primase sobre lo demás. Lejos de ello, el guion se vuelve más torpe y los diálogos prácticamente inútiles. Incluso, las referencias escatológicas o sexuales se quedan descafeinadas, como reservadas al horario infantil de la TV, medio en la que la cineasta Lucia Aniello es bastante más experta.

En medio de ese control que nunca llega al maremágnum, se desarrolla la secuencia más original y atractiva. Al pretender desembarazarse del cuerpo en el mar, las chicas observan que sus vecinos tienen cámaras con las que aparentemente han filmado los hechos. Como quiera que habían hecho insinuaciones a Blair, esta se sacrifica para montar un trío y tener relaciones sexuales con los inquilinos de la vivienda colindante. Las actrices protagonistas merecen mucho más que esos roles estereotipados, incluida la presencia de Demi Moore, a pesar de que Aniello pretende redondear los detalles y dar un toque muy femenino a su propuesta. No obstante, a la media hora te das cuenta de que se ha pasado el efecto inicial y los convencionalismos superan a la sensibilidad de los equipos técnicos y artísticos.

From → Cine

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