Detective Conan; El caso Zero (Meitantei Conan Zero no Shikkōnin) (***1/2)

Cuerpo de niño, habilidades de adulto

En una isla artificial de la bahía de Tokio está muy próximo a inaugurarse un gran complejo turístico y vacacional que, en su apertura, acogerá una cumbre que será vigilada por más de veinte mil policías. Horas antes del evento una explosión lo destruye en parte y acaba con la vida de varios agentes de la ley,

Primero, hay que recordar los antecedentes. Shinichi Kudo es un famoso detective envenenado en su día por los Hombres de Negro. En lugar de morir ve reducido su tamaño hasta convertirse  a simple vista en un niño de siete años, Desde entonces se hace llamar Conan Edogawa y lucha por desenmascarar a los culpables y encontrar el antídoto para regresar a su tamaño normal. En síntesis, es la historia de este personaje, que llegó al manga de la mano de Gosho Aoyama.

Este largometraje hace el número veintidós entre los protagonizados por Detective Conan y, curiosamente, ha sido el más rentable hasta la fecha. En su país de origen, Japón, ha batido todos los récords y se ha mantenido en el número uno de recaudación durante casi dos meses de forma ininterrumpida. Ni siquiera la última entrega de The Avengers pudo hacerle frente. Su estreno en la pequeña pantalla data de 1996 y se pueden encontrar una gran diversidad de videojuegos con sus aventuras. Todo un hito para este hombre con cuerpo de niño empollón cuyo nombre evoca a dos magníficos autores de relatos de misterio, Sir Arthur Conan Doyle y  Rampo Edogawa.

El arranque de este largometraje dirigido por Yuzuru Tachikawa resulta impresionante. El espectador agradecerá que se narren los antecedentes, con una pequeña historia condensada del protagonista. De inmediato se da paso al complejo de ocio llamado Edge of te Ocean, ubicado en una isla artificial en la bahía de Tokio, conectada a la capital mediante dos enormes puentes. El complejo es atractivo y las imágenes lo convierten en más sugerente todavía.

Este capítulo se desarrolla a partir de una explosión que tiene lugar en la torre principal de la isla a pocas horas de su inauguración y cuando se encontraba prácticamente deshabitado a excepción de un nutrido grupo de policías, algunos de los cuales murieron a consecuencia del incidente. Componían un selecto grupo de los más de veinte mil agentes de la ley preparados para encargarse del orden en la cumbre mundial que ya estaba programada.

En un principio, todo apunta a un accidente en las cocinas del complejo, ya que no había un claro objetivo terrorista. Sin embargo, la seguridad de las construcciones y su diseño prácticamente descartaban un hecho casual. Cuando se encuentran las huellas dactilares de un ex oficial de policía llamado Kogoro Mori, todas las sospechas recaen en él y es arrestado. Conan, por razones afectivas y por profesionalidad, se dispone a investigar, haciéndola de forma paralela a la de Toru Amuro, quien trabaja para Agencia de Seguridad Nacional con el nombre de Zero, y no le pondrá las cosas fáciles al protagonista.

Durante las pesquisas de Amuro una segunda explosión sacude la ciudad por lo que se tiene en cuenta únicamente la posibilidad de un atentado y parece eximir de culpa a Kogoro. Las averiguaciones de Conan propician un giro importante cuando se entera de que, en el pasado, Toru Amuro forzó a un presunto hacker a suicidarse. Además, los hechos coinciden con el regreso a nuestro planeta después de una misión en Marte de una nave no tripulada llamada Hakucho, que significa cisne en japonés, y que debiera desintegrarse al entrar en la atmósfera.

Aparecen los Hombres de Negro, que no podían faltar a esta cita y encontramos también a Hyoe Kuroda, el nuevo jefe de policía, investigando por su cuenta. Es la primera aparición de este personaje, bien conocido por los seguidores del manga, en una película animada que ofrece altas dosis de acción y misterio. Con edificios cuadriculados y elementos curvos en los objetos que poseen mayor relieve en la narración, apenas se da respiro. La intriga se mantiene pero la puesta en escena eleva el contenido hasta redondear un producto que puede competir sin decoro con cualquier producción del género Made in Hollywood.

Aunque hay mucha profusión de datos, especialmente al principio, el doblaje atempera esa dificultad, especialmente para los más pequeños. De todas formas, no encontramos con una propuesta que satisface también a los mayores por su vértigo, su cuidada escenografía y por una historia que supera con mucho a las habituales de este tipo de producciones. Conan es un personaje que está muy bien definido, dada su veteranía, por lo que este largometraje apenas muestra resquicios insatisfactorios.