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Viudas (Widows) (***1/2)

30 noviembre 2018

¿Quién está libre de pecado?

La furgoneta que conducía un experimentado ladrón de bancos salta por los aires con él y sus tres compañeros después de ser tiroteada por la policía. Su esposa, Verónica, tiene que hacer frente a una importante deuda con un mafioso local y propone al resto de las viudas encargarse de un atraco.

Cuatro hombres llevan a cabo un importante robo. Los vemos después de que el golpe hubiera salido mal y se salpican las imágenes con sus vivencias junto a sus respectivas familias. La más destacada es la que conforman Harry Rawling –Liam Neeson- con Verónica –Viola Davis-, una pareja interracial que se profesa un amor profundo. Carlos Perelli, un ludópata, es el marido de Linda –Michelle Rodríguez-. El maltratador Florek Gunner está casado con Alice –Elizabeth Debicki- y Jimmy Nunn es el esposo de Amanda –Carrie Coon-, padres de un bebé. Los varones meren en un enfrentamiento con la policía

La historia está basada en una serie creada por la ITV en los años ochenta y que ha sido rescatada por el cineasta Steve McQueen, el acreditado y nada vulgar creador de 12 años de esclavitud. Aunque tenga entre sus manos una propuesta convencional, es capaz de extraerle todo el jugo posible y convertirla en algo novedoso y atractivo. Lo demuestra una vez más con esta producción. En principio podría parecer una rutinaria puesta en escena de robos, pero el guion muestra los suficientes recovecos para ir un paso más allá manteniendo la tensión y siendo perfectamente comprensible a pesar de su complejidad.

Nos ubicamos en la ciudad de Chicago, concretamente en uno de sus extrarradios. Hay mayoría afroamericana pero siempre ha estado encabezado, generación tras generación, por la familia Mulligan. Ahora, el dictatorial patriarca Tom –Robert Duvall-, tiene dañado el corazón y deja paso a su hijo Jack –Colin Farrell-. Sin embargo, a este político le ha salido un duro competidor en la figura de Jamal Manning –Brian Tyree Henry, un jefe local del crimen quien tiene a su hermano Jatemme –Daniel Kaluuya- como su brazo ejecutor. Un asesino despiadado que opera con absoluta frialdad.

¿Qué tienen que ver las viudas con todo ello? Simple y llanamente que Harry debía a Jamal dos millones de dólares y ahora extorsionan a su viuda. Tiene un mes de plazo para devolver el dinero. Cuando Verónica recibe del chófer de su esposo Bash O’Reilly –Garret Dilahunt- un cuaderno de notas en el que figuran los tratos ilegales, los robos y el próximo golpe que tenía preparado, contacta con las demás viudas para llevarlo a cabo. Amanda es la única que rechaza el plan y cuando Bash es eliminado y se quedan sin conductor, Linda introduce en la banda a Belle –Cynthia Erivo-, su canguro.

Resta por conocer el lugar en que se producirá el asalto. Solo disponen de los planos aunque desconocen el edificio. De eso se encargará Alice, empujada por su abusiva madre –Jacki Weaver- a la prostitución de lujo por medio de lo cual conoce a David –Lukas Haas-, un agente de bienes inmuebles muy conectado con la arquitectura local. Aunque la historia se desarrolla en varios frentes, no resulta complicado seguir el hilo. Bien es verdad que está hilvanada por un personaje con los que todos han tenido que ver, Harry Rawling. Tenía negocios con Jack Mulligan y mantenía relaciones con la policía local, representada por el corrupto sargento Fuller –Michael Harney-. Además, había contraído una importante deuda con Jamal Manning, que estrechaba paulatinamente su diferencia en las encuestas con el representante de la minoría caucásica.

Muchos personajes en un thriller prácticamente coral en el que destaca Viola Davis como la mujer fría, relativamente insegura y elegante, con una actuación a la altura de la exhibida en Criadas y señoras o en Fences. De todas formas, todos y cada uno de los caracteres presentados en el film no son trigo limpio. Ellas pretenden dar el golpe para salir a flote. Verónica porque con su puesto de delegada de maestros de Chicago no podría mantener su nivel de vida al margen de lo adeudado a Jamal. Linda ha perdido ha perdido su tienda por la ludopatía de su esposo y Alice no ha sabido hacer otra cosa en su vida que depender de su madre y su marido, personas ambas muy excesivas.

También los políticos operan al margen de la ley. Los Mulligan han hecho y deshecho a voluntad, llevando a cabo iniciativas que les dejaban unos importantes beneficios. Favorecían a los animosos emprendedores, pero a base de créditos leoninos que incrementaba sus alforjas. Los Jamal no le andaban a la zaga con sus actos mafiosos y sus crímenes feroces. Incluso los reverendos se dejan tentar por las ofertas recibidas. Ninguno puede tirar la primera piedra porque no está libre de pecado.

Steve McQueen se muestra especialmente seguro detrás de las cámaras. El ritmo de la película es puntilloso y, aunque baje de nivel en la última parte, por ser más convencional, no defrauda y nos tiene pegados a la butaca con ojos como platos. Saca partido a todas las situaciones y cada secuencia es un hallazgo. Nos apasionamos con las escenas amorosas interraciales, nos revolvemos ante las maniobras de los políticos y nos encariñamos con las mujeres que quieren salir adelante con un acto delictivo que, tal vez, sirva para hacer justicia por mucho que el fin no justifique los medios. Y con todo ello, un thriller sin apenas resquicios.

From → Cine

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