Border (***)

Un romance nada común

Tina es una agente de aduanas sueca que es capaz de distinguir con su olfato la posible culpabilidad de cualquier individuo. Cierto día, un hombre de rasgos físicos semejantes a ella atraviesa la aduana. La mujer piensa que es un sospechoso, pero no logra distinguir a ciencia cierta lo que oculta.

La película sueca candidata al Oscar a la mejor producción de habla no inglesa está basada en una narración homónima insertada por su autor, Ajvide Linqdvist, en una antología de cuentos. La adaptación cinematográfica, dirigida por Ali Abbasi, fue considerado el mejor largometraje en la sección Un certain regard del Festival de Cannes, galardón al que se debe añadir el de los mejores efectos visuales en los Premios del Cine Europeo. Todo un hito para una cinta de género fantástico, protagonizada por una mujer de cuerpo y rostro deformado.

Tina -Eva Melander- es una agente de aduanas que trabaja en un destacamento ubicado a la llegada de los ferry que cubren el trayecto entre Suecia y Finlandia, en el epicentro del mar Báltico. Su cuerpo es lo contrario al de una persona escultural y su rostro se antoja repulsivo. No obstante, posee una característica única, ya que solamente con su olfato es capaz de distinguir si algún pasajero oculta cualquier cosa en su equipaje. Su compañero -Viktor Akerblom- suele ocuparse de los registros

La eficiencia de la protagonista es tal que descubre una mochila oculta en el teléfono móvil de un individuo con el execrable contenido de pornografía infantil. Vive en una casa aislada junto al bosque. Según le dice a su padre -Sten Ljunggren-, recluido en un geriátrico, no puede vivir sola. Por eso comparte su casa con Roland -Jörgen Thorsson-, criador de perros de presa con los que acude a concursos caninos. Tiene huele Los animales a distancia, o aunque estén ocultos, y se le acercan a ella sin recelo. Les muestra su afecto incondicional, ya se trate de un alce de gran cornamenta o de un pequeño insecto.

Un día intenta pasar la aduana un tipo repelente, semejante al de ella. Tina detecta algo inusual y en su bolsa se encuentran gusano y un artefacto que, según el tipo, es una incubadora de los mismos. La protagonista sigue desconfiando y su compañero se encarga de registrarlo. No le encuentra nada, aunque sale con cierta preocupación puesto, aunque muestre el aspecto de un hombre, su anatomía en el bajo vientre es la de una mujer. Vore -Eero Milonoff-, que así se llama el personaje, se acerca cada vez más a Tina, hasta que termina instalándose en una cabaña contigua a la que habita con Roland, y que también es de su propiedad.

Seguir profundizando en el argumento significaría revelar datos que deben reservarse para la complicidad con la sala de proyección. El relato entronca con ciertos aspectos de la mitología nórdica. Los bosques de la zona albergan secretos que, a la postre, son los que Vore le revela a Tania, con quien comparte muchas cosas más aparte del físico. Por ejemplo, las cicatrices producto de su atracción a los rayos. Los dos personajes se aproximan, incluso sexualmente, lo que era capaz de cumplir la protagonista con Roland. Ha llegado el momento de reivindicarse y de pedir explicaciones, incluso a su padre.

Con los antecedentes fílmicos de Ali Abbasi no se esperaba una producción tan interesante, Aunque la puesta en escena no sea muy sugestiva, al menos no estropea una historia de gran fortaleza y que llega a convertirse en muy sensible. Es cierto que sus dos caracteres principales resultan repulsivos, pero no lo es menos que llegas a encariñarte con Tina por mucho que se encuentre en las antípodas de ser una mujer que nos atraiga. No lo consigue ni por su aspecto físico ni por su forma de actuar. Si el momento en que se baña desnuda puede ser repelente, sube el listón cuando se funde en abrazos con Vore.

Podría decirse que los personajes son frikis, que incluso el conjunto también. Sin embargo, es sorprendente en cada una de sus secuencias, lo que sirve de atenuante a la afirmación anterior. Hay ternura en la propuesta, que en algunos momentos se nos antoja inquietante y en otros saca a pasear un humor nada burdo y bastante práctico. Las interpretaciones son notables, y tanto el maquillaje como los efectos visuales se acercan al sobresaliente.