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¿Qué te juegas? (**)

27 marzo 2019

Tres hermanos andan sueltos

Una apuesta entre dos hermanos que afecta a un tercero tiene como objetivo el control de una gran industria naviera. Hay un gancho, centrado en la figura de una monologuista sin demasiado éxito que enamora a las dos personas que pugnan por dominar la empresa a su antojo.

Después de una serie televisiva en la que además era protagonista y de tres cortos llegó el debut de Inés de León como responsable de un largometraje. Aunque su nombre no figura entre los guionistas, dada su trayectoria, incluidos sus trabajos como publicista, es de imaginar que haya aportado más de un granito de arena en una puesta en escena que sorprende, sobre todo, por su diseño de producción. Se trata de una comedia romántica con cierta originalidad y gracia al principio que se desinfla por un remate difícil de aceptar.

Roberto Allende-Salazar -Javier Rey- pilota un helicóptero. Es un tipo físicamente encantador y absolutamente llano, especialmente con sus subordinados. En el hermano de Daniela -Amaia Salamanca-, una mujer fría que solo vive para su empresa, una gran industria naval. Por el más mínimo detalle despide a sus empleados y está dispuesta a efectuar una sensible reducción de plantilla a tenor de los resultados de la empresa. Por el contrario, Roberto pretende dar un salto hacia adelante con la fabricación de una turbina impulsada por energía eólica que puede ser un gran negocio a medio plazo.

Cuando se entera que su otro hermano, Fernando -Daniel Pérez Prada- ha cedido a Daniela sus votos en la empresa de por vida cruza con él una apuesta. Si su hermana se enamora antes de que se reúna el consejo de administración, será él quien tenga el poder máximo en las votaciones. A cambio, si pierde, cederá su diseño a la Marina española. Todo ello, porque Fernando adora el ejército y viste de almirante por mucho que no salga nunca de su despacho. Javier está convencido de que con la ayuda de un chamán llamado Yuma -Walter Orellana- que se ha traído del Amazonas puede conseguir su propósito.

Dado que, hasta el momento, Daniela no ha mostrado sus preferencias por ningún hombre, piensan en decantarse por una mujer y lo hacen como una bloguera de medio pelo llamada Isabel -Leticia Dolera- porque en la reunión navideña de la compañía la ha hecho reír y alejarse de la figura hierática que componía hasta el momento. En el contrato que firman se incluyen un par de series televisivas, la presentación de un late night y protagonizar una película. Para una aspirante a actriz es el sueño de su vida.

Lógicamente, el desarrollo no se aparta de los cánones, la monologuista se aproxima a su víctima, pero de quien realmente se enamora es del hombre que ha requerido sus servicios. Tiene sus propios asesores, una pareja de amigos que está siempre a su lado. Brays Efe lleva a cabo un trabajo similar al suyo y tiene idénticas miras. Por su parte, Alexia -Mariam Hernández- sueña con que un millonario llame a su puerta- Por supuesto, Roberto se pone a tiro. Con sus intervenciones pretenden reafirmar la línea humorística del relato.

Los personajes son puros estereotipos, lo que no quita para que haya algunos golpes de humor interesantes. La mayoría propiciados por creativos monólogos, puesto que las situaciones se ven venir una vez que se han presentado a los protagonistas y se ha desenvuelto la trama. Funciona mejor el vestuario, las localizaciones y los decorados de cada una de las estancias que se presentan. La producción brilla a gran altura, diferenciando las casas de lujo en las que viven los Allende-Salazar, así como los lugares que frecuentan, con el bar en el que trabajan Isabel y sus amigos y el entorno que frecuentan.

La película se nutre con colaboraciones de postín, aunque algunas pasan bastante desapercibidas. Es el caso de Hugo Silva y Pedro Casablanc. Luce bastante más Santiago Segura en el papel de un barman que quiere ser confidente y está obsesionado por un amor que nunca se concretó. En todo caso, otro estereotipo que desencadenará una media hora final en la que todo se desparrama.

Entre situaciones inverosímiles, o bastante difíciles de creer, se confunden algunos términos, como hacernos creer que los indígenas del Amazonas viven en tipis o que las dos mujeres protagonistas utilizan un avión privado para ir de caza. No quita para que la comedia sea amable y consiga su propósito de entretener. Una interesante ópera prima que vivió su estreno oficial en el pasado Festival de Málaga.

From → Cine

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