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La estrategia del pequinés (*1/2)

30 May 2019

Necesidades obligan

Un distribuidor local de droga propone a un delincuente retirado hace años atracar al testaferro de sus jefes. Su nombre es El Rubio, y decide volver a las andadas para que su mujer pueda ser tratada en Estados Unidos del cáncer que padece.  Cuenta con la ayuda de un parado de larga duración y de una prostituta.

Un especialista en la novela negra como es el canario Alex Ravelo fue el autor de la novela homónima adaptada para el cine por su paisano Elio Quiroga. La isla de Gran canaria tiene una relevancia especial en el texto literario y también se convierte en un personaje más en el filme. No solo eso, ya que se puede considerar como un logro de la cinematografía de las Islas Afortunadas, y especialmente de una de sus más renombradas, ya que dos de sus principales intérpretes, Kira Miró y Enrique Alcides son también naturales de ese lugar.

La cinta profundiza en el thriller, aunque reserva lugar para otros géneros, a los que roza más que sumergirse en ellos. Arranca con la petición que Junior -Enrique Alcides-, un vendedor local de droga, le formula a El Rubio -Jorge Bosch-, un delincuente retirado hace años. Quiere que robe al testaferro de sus jefes y sabe que se verá obligado a hacerlo puesto que su esposa está enferma de cáncer y necesita una importante cantidad de dinero para que sea tratada en Houston.

El Rubio cuenta con otras dos personas para llevar a cabo el golpe. Tito El PalmeraUnax Ugalde-. aunque hace mucho tiempo que nadie le conoce por su apodo, es un parado de larga duración que sueña con adquirir un bar, concretamente el de Marcelo, a quien da vida Miguel Ángel Maciel, un actor que también ha echado raíces en Gran Canaria. A él hay que añadir una mujer, Cora -Kira Miró-. Una prostituta que ve como se le acumulan los años y tiene que recurrir a un buen maquillaje para atenuar los efectos del paso del tiempo. Sus planes a futuro pasan por dirigir a otras muchachas que han elegido el sendero la profesión más vieja del mundo.

El guion presenta altibajos y la adaptación podría mejorarse. Los tres protagonistas, con escasa profundidad en sus personajes, están obligados a dar un golpe que les debe de revertir una buena cantidad de dinero porque los tres tienen necesidades económicas. La isla cobra una dimensión particular, pero el conjunto se resiente también por unas actuaciones que no son convincentes en todos los casos. Las características del cine negro se mantienen en un alto grado, incluidas las palizas a los protagonistas, si bien las persecuciones debieran de haber adquirido unos valores más altos de riesgo y emoción.

Es interesante que el cine periférico se mueva y en Canarias hay una inquietud cultural incesante en todos los campos. También en el séptimo arte, aunque sus producciones se produzcan más a cuentagotas que aquellas en las que se utiliza el archipiélago como plató. De todas formas, este es el camino. Después de tocar varios géneros, Elio Quiroga se adentra en el thriller de una forma más ortodoxa que en el caso de No-Do. Lo hace gracias a una novela de un autor de la tierra en la que se narra como un pequinés puede moverse entre perros peligrosos- La fórmula es atacar a los genitales, pero debe cuidarse de que no le cojan por dos lados ya que en ese caso lo destrozarían.

From → Cine

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