Saltar al contenido

Sin seña particulares (***)

29 noviembre 2020
Sin señas paritculares

El hijo y la frontera

Magdalena no tiene noticias de su hijo, menor de edad, que ha intentado cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Por eso se decide ir a buscarlo a pesar de los consejos de las fuerzas del orden y de que los actos vandálicos y criminales proliferan conforme se accede al norte del país.

Distinguida con el Premio del Público en Sundance y justamente galardonada con el Horizontes Latinos -mejor film de habla hispana, en San Sebastián, la ópera prima de la mexicana Fernanda Valadez descubre una profesional muy a tener en cuenta. Su manejo de la cámara es semejante al de una veterana y consigue realzar su propuesta, dolosa desde el punto de vista de los sucesos que narra, a través de desenfoques, movimientos laterales y convincentes primeros planos.

Solo queda la duda de que haya tenido demasiado tiempo para la planificación, dado que esta exitosa propuesta tiene su génesis en su propio cortometraje 400 maletas, rodado en 2014. El tema era semejante, al igual que el nombre de su personaje central. Desde entonces han pasado muchos meses como para redondear su puesta en escena, aunque no haya hecho lo mismo con el guion, la parte más débil del entramado. Resulta críptico y en ocasiones no consigue la efectividad deseada en un género tan explícito como el que se desprende de una road movie.

Un día, el hijo de Magdalena -Mercedes Hernández- emprendió camino hacia la frontera de los Estados Unidos junto a un amigo. Tenían la promesa de un trabajo seguro, pero su madre nunca recibió nuevas de él y su propia supervivencia constituía un enigma. Pide ayuda a las autoridades, pero le dicen que, pese a ser menor de edad, al marcharse deliberadamente no hay caso. Por eso se pone en camino hacia la frontera.

El año 2010 fue particularmente convulso por esos lugares. Proliferaban bandas de atracadores que violaban y asesinaban a muchos conciudadanos que pretendían para a los Estados Unidos. A Magdalena querían hacerle firmar que su hijo había muerto, pero ella no distinguía su foto entre las imágenes de los cadáveres facilitadas por la DEA. En su camino se encuentra con Miguel -David Illescas-, un deportado que va en busca de su madre y que por la espalda confundió con su propio hijo. Juntos harán buena parte de su camino.

Esta coproducción con España resulta áspera y Fernanda Valadez se esfuerza por hacerla aún más, con paisajes descarnados y situaciones que solo conllevan reveses. Hay secuencias especialmente duras, en las que prima la violencia, como la protagonizada por Jesús -Juan Jesús Varela-. El miedo pavoroso de las madres ante las desapariciones de sus hijos se trata sin pasión, aunque tampoco sin concesiones. De igual forma se refleja el horror de la sociedad mexicana, principalmente, cuando más se aproxima al país vecino.

From → Cine

Deja un comentario

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.