Una joven prometedora (Promissing Young Woman) (***1/2)

Venganza sobre el patriarcado

Cassie tenía un brillante futuro por delante hasta que un desagradable incidente truncó su carrera. Ahora nada en su vida es lo que parece: es inteligente, audaz y vive una doble vida de noche. De pronto, tiene la oportunidad de enmendar todo lo que no salió bien en su pasado vengándose de los culpables.

En un local de marcha una atractiva mujer parece afectada por la bebida. Tres amigos hablan sobre ella y finalmente el más lanzado -Adam Brody- se acerca a ella y terminan en su apartamento. Sobre la cama, mientras siente que la desnudan, la chica -Carey Mulligan- se incorpora y habla en tono normal. En la siguiente secuencia la vemos anotando una muesca más en su libreta. Y son muchas. Tal vez demasiadas.

Se puede pensar que nos encontramos ante una asesina en serie. Sin embargo, Cassandra, Cassie o Cas, como la llaman sus padres, tiene otras miras. La actriz y autora británica Emerald Fenell debuta en la dirección con una propuesta en la que arremete contra el patriarcado. Además, se toma una particular venganza por medio de su protagonista.

A sus treinta años trabaja en una cafetería de barrio y no quiere mejorar en la escala social. No tiene amigos y sus padres se quejan de que aun viva bajo su techo. Por eso le regalan una maleta en su onomástica y se preguntan los motivos por los que llegue tan tarde cada noche. Mientras, ella a lo suyo, haciéndose pasar por borracha y conociendo a tipos a los que demuestra su baja ralea moral. Cada uno de los que pretenden aprovecharse de una mujer indefensa constituye un apunte más en su libreta.

Hay un motivo para todo ello. Cassandra era una aventajada alumna de medicina y dejó su carrera cuando su íntima amiga Nina murió tras una violación de un compañero de estudios jaleada por otros universitarios. La protagonista despreció su propia existencia desde entonces. Solo piensa en devolver el golpe, aunque le vaya la vida en ello. Siete años después se presenta la ocasión.

Otras dos personas son importantes en el relato. Uno es Ryan Cooper -Bo Burnham-, quien ejerce ahora como cirujano infantil. Siempre ha estado enamorada de Cassey y le tira los tejos. El romance toma velocidad de crucero, y en uno de sus encuentros Ryan revela que Al Monroe -Chris Lowell- ha regresado tras cuatro años de estancia en Inglaterra para contraer matrimonio.

El otro personaje es Madison McPhee -Alison Brie-, otra compañera de estudios a quien le tiende una trampa y le termina confiando un video en el que se ve a Monroe violando a Nina, mientras otros le jalean o miran. Entre estos últimos está Ryan Cooper, quien termina confesando donde tendrá lugar la despedida de soltero. Allí se presenta Cassandra, vestida de enfermera y con toda la pinta de ser una stripper.

Un relato feminista que ejemplariza los abusos masculinos y los castiga. Emerald Fenell arriesga y sale victoriosa. En el texto arremete contra los privilegios de los varones y pone en duda su autoridad moral. En la puesta es escena también apuesta fuerte y el resultado es una película que triunfa más al siguiente día del visionado que mientras sus imágenes desfilan ante nuestros ojos.

Algunas transiciones son demasiado toscas y Carey Mulligan, que ejerce también como productora, está por encima de sus compañeros de reparto. El papel no es nada fácil, pero la protagonista de An Education lo salva con nota. No en vano tanto ella como la película, el guion y su directora son dignas candidatas al Globo de Oro.

Esta fábula oscura no rehúsa el humor negro. También es ilusionante hasta el punto de que no sabes lo que puede deparar la escena siguiente. En ocasiones abruma, además de ser perturbadora. Pocos debuts son tan eficientes y Fenell ha sabido esquivar con acierto el terror y el gore para completar un film atrevido, en ocasiones irreverentes, pero siempre atractivo y con un alto nivel de imaginación.