El Barcelona apabulla al Getafe (6-0) y confirma la desigualdad de la Liga

Cinco preciosos goles en la primera parte –Messi, de penalti, Luis Suárez (2), Xaxi y Neymar Jr.-, y otro espectacular de Messi en la continuación, confirmaron la superioridad del Barça sobre el Getafe. Sólo hubo un equipo en el Camp Nou y los azulgranas descuentan fechas para imponerse definitivamente en la Liga BBVA.

El Getafe atrás, el Barça empujando con Xavi Hernández como faro y algunos cambios en la defensa y en la zaga. Arriba, los tres sudamericanos.  Los madrileños, vestidos de amarillo, se encontraron con un gol en contra en el minuto ocho. Pase de Bartra sobre Messi, que deja pasar el esférico y Luis Suárez, partiendo de posición dudosa, es zancadilleado sobre la línea por Arroyo. Penalti que tira Messi a lo Panenka y engaña a Guaita.

Lo intentaron los visitantes y en un error de Claudio Bravo, que rectificó a tiempo, Freddy Hinestroza estuvo a punto del empate. Fue la mejor ocasión de su equipo junto con otro disparo sin fe del atacante en la segunda mitad que, desviado por Marc Bartra, terminó en el poste. Ahí se acabó el partido porque los de Franco, sin dar una patada y dejando demasiado espacio a sus delanteros, fueron testigos de excepción de otros cuatro goles de bella factura en el primer tiempo.

A los azulgranas no les hacía falta crear ocasiones, ni buscarlas. La zaga rival dejaba suficientes metros a sus delanteros que, salvo el primero de Luis Suárez al empalmar un envío de Messi, fueron disparos combados, desde lejos, y con todo a su favor para colocar el balón donde quisieran. Así marcaron Xavi Hernández, Neymar y, otra vez, Luis Suárez.

A los dos minutos de la continuación, Lionel Messi hacía el sexto de factura similar y, desde entonces, con el pie fuera del acelerador, pasaron los minutos sin apenas sobresaltos. Victoria apabullante, sin paliativos, que indica bien a las claras la diferencia entre los de arriba y los de abajo. O la futura Ley del Deporte o el reparto de los derechos televisivos, arregla esto o habría que replantearse cuanto antes una competición con menos equipos. Con tanto desnivel no hay emoción ni se pueden medir realmente a los equipos. Para eso, que los grandes se jueguen el campeonato con un play-off o se computen los entrenamientos. Ahora mismo, lo que hay, se aleja mucho de la sana competencia.

Dicho esto, el Barcelona está a cuatro jornadas de proclamarse campeón. Si en las dos próximas semanas, el Real Madrid aguanta el tirón, que es difícil, el título se dilucidará en el Vicente Calderón. Ese encuentro, y los compromisos de los blancos en Sevilla y ante el Valencia es lo único que nos queda, aparte de una zona baja confusa, de escaso nivel y menos juego.