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10 días sin mamá (10 giorni senza mama) (*)

3 junio 2019

Cómo llevar una familia

Un padre de familia completamente volcado en su trabajo se siente frustrado con su nuevo superior. No da valor a las labores que su esposa desempeña en el hogar y cuando ésta decide pasar diez días de vacaciones con su hermana se encuentra con un agobio mayúsculo para atender a sus hijos y a la casa.

En 2017 Diego Peretti protagonizó una comedia argentina titulada Mamá se fue de viaje. Encarnaba a un cabeza de familia volcado en su trabajo, donde tenía que competir con un recién llegado que le había arrebatado un puesto directivo que consideraba suyo. Menospreciaba el desempeño diario de su esposa a la hora de atender sus obligaciones en el hogar y su compromiso como madre.

Harta de todo, la mujer decidió irse de vacaciones con su hermana al Machu Picchu y el protagonista se encontró con el problema añadido de quedarse sin empleada del hogar, después de herirla accidentalmente. Mientras tanto, debía afrontar la completa agenda de sus hijos, así como los problemas derivados de sus diferentes edades, y convencer a su jefe de que el puesto en disputa debería ser suyo.

Hablamos del filme dirigido por Ariel Vinograd porque es el referente absoluta de esta propuesta italiana dirigida por Alessandro Genovese. Además, no se ha cortado ni un pelo a la hora de firmar el guion, junto a Giovanni Bognetti, pese a que sigue secuencia por secuencia lo que ya habíamos visto en la producción sudamericana. La única novedad es que Carlo tiene tres hijos en lugar de tres. El actor Fabio de Luigi, un habitual en las insulsas comedias de Genovese, es quien da vida al personaje central, y cumple con suficiente decoro para conseguir arrancar sonrisas a todos aquellos que desconozcan el original.

Tampoco la producción argentina era una amalgama de virtudes. Más bien, se trataba de una comedia convencional que buscaba el respaldo en taquilla a través de unas situaciones manidas aunque bien hilvanadas. Una fiesta de empresa, en la que el protagonista se hizo acompañar por sus hijos díscolos era, y es en este caso, el momento más agradecido a pesar de sus circunstancias prácticamente inverosímiles. No obstante, es la más complaciente para el espectador. Este mismo año, en México se presentó otra versión, firmada por Fernando Sariñana, que también sigue a rajatabla el mismo libreto.

Giulia –Valentina Lodovini- está cansada de que no se le reconozca lo suficiente como madre de familia. Dejó de trabajar en su día como abogada para atender la casa y a sus hijos. Por eso, cuando su hermana le propone irse diez días de vacaciones no se lo piensa dos veces y juntas embarcan hacia Cuba. Se insinúa la posibilidad de un turismo sexual, pero se trata de una comedia limpia, que no se mete en camisas de once varas. Quizá, la parte más novedosa sea el comienzo, cuando Carlo reconoce que un hijo siempre juzga a su padre y que, en su caso, tenía tres jueces que ya le habían condenado de antemano.

El caso es que se queda al cargo de sus tres retoños de edades muy diferentes. Camilla –Angelica Elli- es una adolescente con la problemática inherente a su edad. Tito es un joven efervescente y Bianca precisa de las atenciones propias de una niña que todavía no se vale por sí sola en las cuestiones fisiológicas y cuyo lenguaje se antoja incomprensible. Mientras, tiene que defender su posición como responsable de recursos humanos en la empresa Family Market, en la que lleva trabajando más de quince años.

Únicamente las pruebas que se presentan en la fiesta final se apartan del original argentino. Incluso, Carlo es el protagonista de un incidente con su empleada de hogar, que se imposibilitada para su trabajo durante una temporada. En la distancia, Giulia, que sigue pendiente de su familia, contrata a nueva asistenta, Lucia –Diana del Bufalo-. Se da la circunstancia de que es una trabajadora de Family Market despedida por robar tres tornillos. Ocurrió el día en que Carlo conoció al que iba a ser su gran rival –Niccolò Senni-, cuando entre ambos se fueron picando y lo que iba a ser una sanción leve se convirtió en una expulsión.  Cuando ella advierte la situación al protagonista se le crea un problema añadido.

Su éxito en Italia, donde se mantuvo durante tres semanas consecutivas al frente de la recaudación, solo puede explicarse por el hecho de no haber sido estrenada allí la película protagonizada por Peretti. Una comedia familiar que basa su respuesta popular en Fabio de Luigi, cuyos gestos a la adversidad son admirables. Con él, destaca la espontaneidad de los jóvenes actores que asumen el rol de sus hijos que, si en principio provocan el caos, no tienen más remedio que acercase a su padre de la misma forma en que él lo hace hacia ellos.

From → Cine

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