Saltar al contenido

303 (***)

24 julio 2019

Cooperación en una caravana

Por coincidencias del destino dos jóvenes viajan juntos en una vetusta caravana. El destino de él es Bilbao, donde vive su padre biológico, y el de ella Portugal, país en que se encuentra su novio. En principio, parecen dos personas muy diferentes, pero a lo largo del viaje percibirán que no es tanto lo que les separa.

Nos encontramos con una road movie que fomenta una historia de amor. Dicho así, no parece que vayamos a encontrar alguna novedad. Sin embargo, nada parece convencional en este trabajo del alemán Hans Weingartner, un cineasta que después de cinco largometrajes, no ha dado ningún paso en falso. Su filmografía es muy compacta y no elude retos difíciles, como sucede en este caso. Más de dos horas y cuarto en el que los componentes de una pareja hablan sobre cuestiones morales y filosóficas. Contra todo pronóstico, no se hace pesada, se sigue con interés y los diálogos resultan más que interesantes.

Sus protagonistas son dos jóvenes de veinticuatro años que se conocen accidentalmente en una gasolinera. Previamente tienen lugar sus respectivas presentaciones. Jule -Mala Emde- es una estudiante de biología que es suspendida en el examen final de una asignatura. Luego sabremos que su hermano se ha suicidado con veintisiete, la edad en la que han muerto grades mitos como Kurt Cobain, James Dean o Amy Winehouse. Ha heredado de él una vieja caravana y pretende desplazarse con ella desde Berlín a Portugal, donde su novio está integrado en una comuna. Está embarazada y sus padres le presionan para que aborte.

Jan -Anton Spieker- estudia políticas y ha perdido una beca en favor de un recomendado. Da clases de karate a un grupo de niños y se acaba de enterar de que su padre biológico es un armador de Zamudio y está dispuesto a conocerlo en persona. Decide hacer auto stop hasta Colonia y allí coger un autobús que le acerque a Bilbao. En una gasolinera pregunta si alguien va en su misma dirección hasta que se encuentra con Jule, quien le hace un sitio en su vehículo. En realidad, aunque la película se refiere al modelo Mercedes-Benz O 303, lo cierto es que el vehículo utilizado es una autocaravana Hymer T 1 “Bremer” 650.

Los dos jóvenes comienzan a hablar, y lo hacen de asuntos más trascendentes que los habituales. Surge el tema del suicido y Jule devuelve a Jan a la carretera. Menos mal que se había olvidado su teléfono en el vehículo porque así librará posteriormente a la chica de un acosador, presuntamente veterano de las milicias -Arndt Schwering-Sohnrey. Esa circunstancia les permite recuperar una amistad que parecía rota. Desde ese momento ya sabemos que viajarán juntos hasta la Península Ibérica y que en ellos prenderá la llama del amor.

Lo que desconocíamos era el cómo y ese aspecto es el más valioso de esta propuesta, que parte de la capital alemana para desplazarse a través de Los Países Bajos, Bélgica, la costa occidental francesa y recorrer toda la Cornisa Cantábrica hasta llegar más allá de Oporto. Se bañarán en el mar, aparcarán es diferentes campings, visitarán las Cuevas de Altamira y se extasiarán ante los picos de Europa. Los paisajes y el retrato de los mismos van a más conforme avanza el metraje. Prácticamente, desde que atraviesan el río Loira parece como si Hans Weingartner se hubiera aplicado mucho más en unos exteriores muy bien retratados por Mario Krause y Sebastian Lempe.

Lo que tiene más valor es el contenido de las conversaciones. Hasta el punto de que la historia principal emerge como una excusa tremendamente convencional para dar rienda suelta a unos diálogos muy distintos a los que estamos acostumbrados a escuchar habitualmente en el cine. Si primero Jule y Jan se centran en el suicidio, su conversación continuará en el mismo plano trascendente cuando hablan de competencia y cooperación, aspecto defendido vehemente por la chica. Puntos de vista muy diferentes en la partida, aunque con muchas más cosas en común de lo que podrían pensar en un principio.

Entre lugares pintorescos, rutinas habituales y áreas de descanso recoletas, el intercambio de opiniones se vuelve cada vez más íntimo. Le toca el turno a la relación entre el hombre y la mujer. La mecha de la atracción mutua va prendiendo entre ambos, como era de esperar. Sin embargo, los dos rechazan llegar hasta el final tras un pacto previo. Tienen diferentes compromisos y, sobre todo, Jule acude al encuentro con su novio. Un film inteligente, aunque deje algunos cabos sueltos. Por ejemplo, lo que pasará con sus respectivas carreras o de donde procede el dinero empleado en un viaje que pretender ser formal y que para sus protagonistas termina siendo iniciático.

From → Cine

Deja un comentario

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.