Noche de bodas (Ready or Not) (**1/2)

La novia y su nueva familia

Alex y Grace viven felices el día de su enlace matrimonial. Por la noche, los padres de él advierten que hay una costumbre por la que el nuevo miembro de la familia debe someterse al juego que le toque en suerte. Se trata de una especie de iniciación que, en este caso, es más peligrosa de lo que parece inicialmente.

Déjame salir marcó un antes y un después en el cine de terror. Hasta ese momento, si exceptuamos el dolor de Drácula por su condena eterna, o ciertas disquisiciones personales de Frankenstein, las historias de miedo eran solamente eso. Se rodaban para que el espectador ávido de ese tipo de historias, disfrutase con ellas. De repente, probablemente por culpa del ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos surgieron segundas lecturas que suelen enfrentar a los malvados capitalistas con los animosos proletarios.

Hasta entonces, habíamos asistido a propuestas, incluso alguna producida en España, donde una serie de personajes perseguían a otro, incluso a muerte, por pertenecer a una raza o un estrato social diferente. Con la película de Jordan Peele se abrió un nuevo camino, el de establecer las diferencias entre clases. En esa línea se circunscribe este trabajo dirigido por Tyller Gillet y Matt Bettinelli-Olpin, pero en ese sentido es un quiero y no puedo ya que esa idea no parece demasiado trabajada y finalmente se inscribe en un producto entretenido e ideal para la noche de Halloween.

Alex LeDomas –Mark O’Brien- se casa con Grace –Samara Weaving-. No le ha dicho que la noche de bodas hay una tradición familiar, una especie de entronización, que para ser aceptada implica enfrentarse con ellos a un juego. De una extraña caja saca el nombre de la apuesta, Esconder y buscar. Los padres de Alex –Henry Czerny y Andie McDowell-, así como su alcohólico hermano Daniel –Adam Brody- y su presumida esposa Charity –Elyse Levesque-, su hermana drogadicta Emilie –Melanie Scrofano- y su siempre quejicoso esposo Fitch Bradley –Kristian Bruun-, se disponen para el duelo. También lo hace la tía Helene –Nicky Guadagni-. Cada uno empuña su arma para disponerse a una cacería letal.

Tras el juego escogido por Grace, un cierto murmullo cómplice sacudió a la familia LeDomas. Por mucho de alguno de sus miembros estuviese en contra del procedimiento, como es el caso de Daniel, todos ellos estaban obligados a cumplir con la tradición. Incluido Alex. El bisabuelo Victor LeDomas estableció un trato en su día con un tal Le Bail por el cual este último ayudaría a crear la fortuna familiar a cambio de establecer y cumplir esa tradición. El nombre de Le Bail es un anagrama de Belial, uno de los nombres de Satanás. Con eso está dicho casi todo.

Se inicia la cacería de Grace, interpretada por una superlativa Samara Weaving. La australiana tiene ya un currículo importante y es una actriz muy a tener en cuenta de cara al futuro. Vestida de novia, se encontrará ensangrentada, muy a lo Kill Bill. Ciertamente, hay ideas esbozadas muy sugerentes en este film sin que ninguna de ellas alcance un nivel que le diferencie. Se trata de una persecución en la que, curiosamente, mueren primero tres sirvientes. La clase alta impone su ritmo y esas pérdidas no son significativas para ella.

Pese a sus muchos defectos, la cinta se mantiene en pie de forma muy decorosa. En poco más de hora y media desarrolla su idea que concluye de forma lógica y alberga tras los títulos de crédito unas sugerentes frases en off. El entretenimiento está asegurado y no se pretenda buscar más cosas en su interior porque la trascendencia no existe. Y si el propósito fuera ese habría que hablar de un intento fallido. A cambio, el resultado es perturbador, muy ayudado por una puesta en escena oscura. El suspense se nutre con un apreciable humor negro que lleva a una conclusión. Conoce bien a la tus suegros antes de embarcarte en una velada con ellos y, sobre todo, cuidado con ciertos jueguecitos.