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Madre/Androide (Mother/Android) (*1/2)

8 enero 2022
Madre/Androide

Georgia, junto con su novio Sam, emprende una huida peligrosa. El país se encuentra inmerso en una guerra contra la inteligencia artificial días antes de la llegada de su primer hijo. La pareja debe alcanzar la Tierra de Nadie, un bastión del levantamiento de los androides, con la esperanza de llegar después a un lugar seguro antes de dar a luz.

Los robots se rebelan en un futuro apocalíptico. Están programados para hacer la vida más llevadera a los humanos y, sobre todo, para no hacerles daño. Pronto advertimos que algo no va bien cuando el de la casa en la que vive Georgia -Chloë Grace Moretz- confunde Halloween con Navidad. Acabamos de descubrir que ella está embarazada y su novio Sam -Algee Smith- le apoya sin reparos en su decisión. Poco después, durante la fiesta en casa de un amigo, un androide les ataca. Es la antesala de una caótica revolución.

Meses más tarde, con Georgia embarazada de nueve meses, la pareja pugna para llegar a Boston, un bastión que, gracias al ejército, resiste a las máquinas. Para ello habrán de superar la llamada Tierra de Nadie y quieren alcanzar su objetivo antes de dar a luz. Posteriormente se embarcarían rumbo a Corea o China en busca de un futuro y de una mayor seguridad. Esta rebelión de las máquinas es una idea original de su director, Mattson Tomlin. Más bien parece una película de zombis en la que estos seres han sido sustituidos por androides.

Los robots quieren dominar el mundo, sin que se aporte una explicación lógica de ese deseo. ¿Qué harán después de exterminar a los seres humanos? ¿Tienen futuro? Utilizan drones para descubrir a sus presas e incluso cuentan con una especie de prisión a la que llevan a Sam. Su novia lo rescatará gracias a una especie de armadura creada por Arthur -Raúl Castillo-, un ingeniero informático que consigue sobrevivir en el bosque. Es quien explica la diferencia entre unos y otros: el amor. A los humanos nos lastra; para los robots es una fortaleza.

La propuesta tiene dos aspectos diferenciados. Por una parte, el de thriller unido al relato de supervivencia. Seguro que entretendrá a los seguidores de su mezcolanza con la ciencia ficción. Lo más interesante, sin duda, está en la capa menos superficial, cuando en realidad Tomlin quiere contarnos algo diferente por mucho que lo haga de una forma poco destacable. Queda asfixiada por la línea principal, la de la aventura y algo de acción.

De inicio, Georgia quema unas fotos y se interroga acerca de los seres queridos y los recuerdos. Una propuesta que olvida hasta la secuencia final, como si el resto fuese un relato entre paréntesis de lo sucedido. Obviando las dificultades de una mujer embarazada de nueve meses para desplazarse como lo hace el personaje central, el otro punto de reflexión es el amor maternal. Independientemente de que la chica hace todo lo posible por salvar a su novio, la existencia de un bebé en un entorno hostil la obliga a decisiones traumáticas.

La protagonista se ve forzada a pensar en lo mejor para una familia en formación que pasa por un trance dramático. No ha querido dejar atrás al padre de su hijo y ahora debe afrontar una decisión todavía más trágica. Gracias a Chloë Grace Moretz soportamos a duras penas la parte final. El largometraje arranca de manera interesante para abrazarse a clichés y perder fuerza paulatinamente. La actriz, que tiene categoría para empresas mayores, intenta hacer digerible un texto en la conclusión que no emociona lo suficiente para recordarlo.

Tomlin tenía algo que contar, y hasta parece que basado en una experiencia personal. Decidió enmascarar ese drama profundo en una historia apocalíptica convencional y con ello pierde eficiencia en ambos. Se queda en un producto de serie B con algunos efectos que intentan aprovechar la escasa inversión y algunos giros de interés, especialmente en la primera parte.

From → Cine

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